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"Biles demuestra que no pasa nada por sentirse mal": la salud mental sale del armario en el deporte

© REUTERS / Mike BlakeSimone Biles, gimnasta estadounidense
Simone Biles, gimnasta estadounidense - Sputnik Mundo, 1920, 05.08.2021
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La crisis emocional de Simone Biles en las Olimpiadas resalta la necesidad de aprender a lidiar con el malestar mental. Atletas y artistas femeninas hacen público su dolor, las cifras evidencian una mayor presión psicológica en las mujeres y los expertos alertan de la falta de herramientas ante problemas de salud mental.
La que para muchos es la mejor atleta de la historia dijo basta con una paradiña para autoprotegerse, ¿del éxito? Es, sin duda, uno de los bombazos de estas Olimpiadas. Simone Biles confesó, "literalmente no puedo distinguir arriba de abajo", dijo la atleta estadounidense para explicar su renuncia a la final de barras asimétricas y salto, "esta desconexión entre cabeza y cuerpo es la peor sensación de mi vida".
Al hilo de esta bomba deportiva, el tenista serbio Novak Djokovic afirmó que la presión "es un privilegio" con el que hay que saber lidiar. Pero, poco después, otros deportistas han confesado la infelicidad que traen las alturas del éxito. El piragüista español Saul Craviotto también afirmó haberse sentido como Biles. Antes, la leyenda del balompié español, Andrés Iniesta, confesó que había sufrido episodios de depresión en su etapa en el FC Barcelona… y volviendo a las Olimpiadas de Tokio, la audiencia global se queda boquiabierta porque un medallista como el británico Tom Dadley se pone a tejer en las gradas para lidiar con la presión.

¿Está saliendo la salud mental de los deportistas del armario?

Hasta ahora, pareciera que confesar el malestar anímico era síntoma de debilidad. No te olvides, en el deporte gana el fuerte, no el sensible. Pero esto es algo que podría estar cambiando, "esa imagen es un desastre y un mal ejemplo, hay que reclamar el derecho a estar mal, abrazar esa sensación y digerirla", nos dice la experta en gestión de emociones y estrés, la coach Gemma Ramírez.
© Foto : Gonzalo WanchaGemma Ramírez
Gemma Ramírez - Sputnik Mundo, 1920, 05.08.2021
Gemma Ramírez
Ramírez lleva años liderando equipos de trabajo y ejerciendo coaching emocional para lidiar con la presión —la externa y la autoimpuesta— y el estrés.
"Hemos llegado a un punto en el que, como sociedad, normalizamos vivir con estrés. Normalizamos tener contracturas en la espalda, dormir mal o estar malhumorados a deshoras, muchas veces no nos damos cuenta de que necesitamos hacer un click para cambiar".

Urgencias: necesitamos cuidarnos emocionalmente

Los casos de los deportistas de élite vuelven a poner en el foco una evidencia: la salud mental es 'la maría' de la atención sanitaria, pero no por ello es una cuestión minoritaria. Los datos cifran las personas afectadas en un 10,8% en España (2017).
Simone Biles nos exhorta a proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, pero está claro que vamos tarde. La pandemia, como imaginas, no ha ayudado. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el primer año de pandemia, un 6,4% de la población acudió a profesionales de salud mental, de ellas, un 43,7% por ansiedad y un 35,5% por depresión. Más del doble de estas personas eran mujeres.
"Si la pandemia ayuda a poner de relieve la importancia del autocuidado, algo positivo ha traído", lamenta Gemma, que siente que lleva años pregonando en el desierto. "Siempre han existido estas dolencias, pero con la pandemia se han disparado. Ahora la sociedad debe aprender a cuidarse, a preocuparse de cosas como la manera en que nos hablamos a nosotros mismos o cómo lidiamos con nuestro 'yo saboteador', esa voz interna que siempre nos frena y reprime desde los miedos", detalla la autora de dos libros de éxito creciente.
La sociedad del éxito, la necesidad de medir resultados en victorias, goles, likes, medallas, lo que sea… implica una insatisfacción continua. La autora enfatiza el peligro de la autoexigencia insatisfecha y la frustración. "La mayoría carecemos de herramientas emocionales para enfrentar esa frustración, por eso es bueno hacer saber que no pasa nada por estallar".
Simone Biles, gimnasta estadounidense - Sputnik Mundo, 1920, 29.07.2021
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"¿Por qué, a veces, nos sentimos culpables por no llegar a todo?, ¿por qué si nos molestan los dientes vamos a un dentista, pero a nivel emocional nos cuesta tanto pedir ayuda a un profesional? Nuestra prioridad debe ser estar bien anímicamente", advierte Gemma, que propone sencillos trucos para hacerle un hueco al bienestar: "simplemente busca algo que te dé placer y te haga bien, ya sea un café, un paseo, un libro, y asegúratelo para ti, más allá del estrés u otras obligaciones que te vengan de fuera. Hablo de pasos sencillos y cotidianos".

La debilidad mental, ¿cosa de chicas?

¿Sufren más las mujeres?, las estadísticas así lo revelan, así que es hora de mirar a la presión social y a envolventes como, por ejemplo, la exigencia física, los cánones de belleza o la presión por ser –buena– madre. "En estas Olimpiadas tenemos el ejemplo de Ona Carbonell, que sí ha padecido claramente más estrés que sus contrincantes por la imposibilidad de amamantar a su hijo, eso claramente le ha causado malestar".
No obstante, aunque la manera de gestionar la presión es una "cuestión individual que no depende del género", Ramírez sí detecta entornos donde la presión es mayor para ellas.
"La industria del espectáculo, la música o el cine, ahí sí hay una mayor cosificación de la mujer, una necesidad de estar perfectas, quizás porque hasta ahora ha sido un sector dirigido por hombres".
La cantante María Isabel es el último ejemplo, con 26 años, se ha bajado de la noria del espectáculo. La lista de mujeres que se toman un respiro es larga. Y desgraciadamente también lo es la de aquellas que pagaron demasiado caro la indigestión emocional de ser una estrella.

Cuestión de educación

El aprender a cuidarse y a evaluarnos mentalmente es algo que no se enseña en las escuelas y que no nos enseña el médico de atención primaria.
"El deporte y la infancia es un claro síntoma de que tendremos generaciones futuras que no saben lidiar con la frustración, ¿cuántos niños lloran cuando pierden?, ¿qué ejemplo dan los futbolistas que cuando pierden se quitan la medalla de subcampeón como si fuera una deshonra?".
Una de las herramientas que nos propone Ramírez es la "técnica del sándwich". Tras un varapalo o derrota llega la hora de evaluar qué ha pasado. Analizar qué hemos hecho mal, fallos y defectos, pero también y más importante, en última instancia, destacar todo aquello que hemos hecho bien para sanar la herida.
Simone Biles, gimnasta estadounidense - Sputnik Mundo, 1920, 29.07.2021
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Confesar malestar mental cuando se paladea el oro, el éxito y los millones en el banco parece raro y excepcional. Pero es posible porque nadie es inmune al malestar mental. "El ejemplo de estas dos veinteañeras que deciden pausar sus carreras profesionales para centrarse en recuperar su salud anímica es algo admirable y un gran ejemplo para todos".
Biles ha vuelto con fuerza y es, nada más y nada menos, medalla de bronce. En definitiva, se trata de pensar en uno mismo más allá de la presión externa. Si la mejor atleta del mundo lo ha hecho sacrificando el oro, ¡tú también puedes autocuidarte!
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