La mayor tabacalera del mundo propone prohibir los cigarrillos tradicionales en una década

Jacek Olczak, el director ejecutivo de Philip Morris, aboga por prohibir los cigarrillos convencionales en el Reino Unido dentro de una década y los compara con los autos de combustión.

"Vemos un mundo sin cigarrillos. Y, la verdad, cuanto antes ocurra, mejor para todos", dijo Olczak dirigiéndose al Gobierno del Reino Unido. Recordó que está previsto que los coches de combustión se prohíban en el 2030.

El director ejecutivo de marcas como Marlboro llama al Gobierno de Boris Johnson a poner fin a las dudas que algunos consumidores conservan sobre si las alternativas a los cigarrillos convencionales son o no menos nocivas que los tradicionales. "Denles una opción alternativa libre de humo (…) Con la regulación y la información correcta podemos lograrlo en algunos países dentro de 10 años. Pueden terminar con el problema de una vez por todas", publica el Sunday Telegraph citando a Olczak.

El objetivo de la tabacalera es, de hecho, que la mitad de sus beneficios procedan de productos que no produzcan humo de tabaco y convertirse en "una empresa de bienestar y salud".

Si bien a primera vista parece una propuesta sensata y acorde con la creciente percepción de que el tabaco es nocivo para la salud, la empresa ha sido criticada por su hipocresía tras querer comprar por 1.000 millones de libras Vectura, una empresa farmacéutica británica que fabrica inhaladores para el asma, una de las enfermedades que provoca fumar.

El tabaquismo, incluido el pasivo, mata a unos ocho millones de personas al año, según la Organización Mundial de la Salud. Conscientes de la mala prensa de los cigarrillos de toda la vida, a las tabacaleras les interesa posicionar alternativas a los cigarrillos, como los vapes y los cigarrillos electrónicos. La propia Philip Morris es propietaria de IQOS, un dispositivo que calienta el tabaco para suministrar nicotina al organismo sin humo.