Desesperación de los migrantes y trabas a las ONG en el Mediterráneo

MOSCÚ (Sputnik) — El número de migrantes interceptados en el intento de atravesar el Meditérraneo por la ruta central se triplicó este año frente a 2020 debido a la falta de medidas por parte de la Unión Europea, aseguró Duccio Staderini, representante de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) para la búsqueda y el rescate.

"Las intercepciones se han triplicado entre enero y junio frente al año pasado", denunció en una entrevista con Sputnik, al comentar que de acuerdo a los datos publicados por el Comité Internacional de Rescate se trata de 13.000 personas.

Estas personas "saben que están asumiendo este riesgo y si alguien decide embarcar en una patera sometiéndose al riesgo de naufragar para cruzar el Mediterráneo, por supuesto, tienen que estar motivados y probablemente no tengan otra opción".

En el mismo periodo, según datos de la Organización Internacional de Migración, por lo menos, 741 personas murieron en el intento de pasar por la Ruta del Mediterráneo central, más del doble en comparación con las cifras de enero a agosto de 2020.

Devoluciones imposibles

Mientras, devolver a los migrantes rescatados a Libia, de donde salen para Italia, no es una opción ya que "todos los observadores, en particular la ONU y el Alto Comisionado para Derechos Humanos, señalan que Libia no es un lugar seguro para desembarcar a los rescatados en el mar ya que no les conceden el derecho de solicitar asilo y estar alojados de acuerdo a las leyes, reglas y regulaciones humanitarias internacionales".

Es por eso, señaló el activista, que el pasado junio MSF decidió dejar de prestar los servicios médicos en dos centros de detención de migrantes en Trípoli, Mabani y Abu Salim, y denunció un aumento de la violencia contra los detenidos y un empeoramiento de las condiciones humanitarias.

"Los niveles de violencia y explotación contra los alojados en los campos de detención en Libia no son aceptables", recalcó.

Detenciones que cuestan vidas

Staderini rechazó a la vez la idea de que las operaciones de rescate representan un incentivo para los migrantes que exponen, en particular, las autoridades italianas.

"Cuando se miran los datos, los números no están creciendo mientras estamos en el mar o reduciéndose cuando no estamos en el mar", indicó.

Denunció a la vez las medidas italianas de detención de barcos de las ONG, en especial, del buque de MSF, Geo Barents, arrestado desde el 2 de julio.

"Actualmente no hay barcos capaces de realizar búsqueda y rescate en Mediterráneo central porque la mayoría de los buques o bien están detenidos por razones administrativas o bien están confinadas por razones relativas a la prevención del coronavirus, mientras los flujos continúan porque si ellos se toman el riesgo de cruzar el mar en un barco no seguro lo hacen sin pensar en las capacidades de búsqueda y rescate", aseveró.

Staderini subrayó que "como vimos en las últimas semanas, casi todos los días nos llegan informaciones sobre naufragios y vidas perdidas, y esta tendencia está aumentando de manera preocupante", dijo.

Insistió en que "mientras estamos detenidos, la gente muere" ya que "la correlación entre la detención administrativa y la pérdida de vidas es clara y evidente".

Subrayó que "desde 2019 las autoridades italianas realizaron 16 inspecciones portuarias estatales de ONG y buques de rescate que en 13 ocasiones finalizaron en la detención administrativa".

"Es decir, en total, perdimos desde 2019 más de 1.200 días de capacidad de búsqueda y rescate en el Mediterráneo", enfatizó.

Según Staderini MSF está haciendo todo lo posible para eliminar las 22 infracciones que encontraron los inspectores italianos en su barco Geo Barents no porque "reconozca la "legitimidad" de los resultados de la inspección sino porque la organización humanitaria anhela reanudar las operaciones".

"Nos consideran transporte de pasajeros y quieren que cumplamos con las exigencias para transportar a pasajeros pero todo el mundo sabe que no transportamos a pasajeros y la ley del mar estipula que el capitán que dirige un barco tiene la obligación de intervenir y rescatar a los que se encuentren en peligro en el mar", recordó.

En tan solo tres días, del 10 al 12 de junio, Geo Barents rescató a 410 personas que presentaban indicios de "agotamiento extremo y eran vulnerables desde varios puntos de vista".

Laguna institucional

Staderini insistió en que el trabajo de las ONG en el Mediterráneo de hecho está colmando una laguna institucional.

"La razón por la que estamos aquí no está en que así lo queremos nosotros, existe una laguna, y nuestro trabajo colma esta laguna", aseguró

Señaló que "es impactante que hoy en día en Europa trabajamos en una ONG como la nuestra en un asunto como este, y es impactante ver que la ayuda humanitaria se esté criminalizando en Europa en 2021".

"Es la responsabilidad de la UE y de los estados miembros asegurar que las inspecciones marítimas no se instrumentalicen en un esfuerzo deliberado de bloquear las actividades de salvamento de las ONG que se ocupan de búsqueda y rescate, además, los estados miembros deben garantizar que los países costeros reciban suficiente apoyo para colmar esta laguna", dijo Staderini.

Si se cumplen estas condiciones, aseveró, "entonces pondremos fin a nuestras actividades".

De momento, lamentó, "se ve un claro patrón del abandono de las actividades de búsqueda y rescate por parte de la Unión Europea".