Las empresas exportadoras chinas esperan que el yuan se deprecie frente al dólar

Los exportadores chinos buscan cosechar beneficios después de sufrir un duro golpe a raíz de la subida de los precios de las materias primas debido a la rápida apreciación del yuan. Se espera que la moneda china pierda terreno frente al dólar durante la segunda mitad del año, y eso se lo pone más difícil.

El Banco Popular de China advirtió de que el dólar podía repuntar y que ello conduciría a que la presión sobre la depreciación de su divisa creciese.

"Que el yuan se deprecie sería una bendición para nosotros. El repunte del yuan perjudicó mucho a nuestra empresa y provocó pérdidas de unos 3 o 4 millones de yuanes —unos 460.000 o 620.000 dólares— desde el mes de agosto de 2020”, explica a Global Times, un periódico estatal chino, Wang Ji, el directivo de Tangshan Xunzhuo. Su empresa exporta productos siderúrgicos al sudeste asiático.

El empresario explica que cuando finalizan un pedido, acuden al banco central del país para fijar un tipo de cambio respecto a la moneda estadounidense y liquidar el acuerdo al cabo de dos meses. Por eso "si observamos una tendencia a que se deprecie el yuan, es posible que hagamos acopio de acero".

El aumento de los precios de las principales materias primas mermó los beneficios de las empresas exportadoras como la de Wang, y China es, ante todo, exportadora. Sin ir más lejos, los productos derivados del acero subieron entre un 40% y un 50% desde finales de 2020. Un yuan que sube hace que China tenga materias primas más caras.

Michael Qi Yong, el director general de Shenzhen Muchen Technology, una empresa de electrónica de consumo, añade que el sector de comercio electrónico que exporta sufre cuando suben los precios de las materias primas. Ello repercute en el consumidor. "Hemos tenido que subir los precios de nuestros productos finales, y nuestros clientes en el extranjero han tenido que aceptarlo", resume.

Tang Jianwei, analista jefe de macroeconomía del Centro de Investigación Financiera del Banco de Comunicaciones del gigante asiático, apunta a que la economía de su país puede seguir un patrón de subida-bajada en 2021. Mientras tanto, la economía de EEUU pueden seguir uno ligeramente distinto: caerán primero y subirán más tarde. Al final, eso conducirá a que la brecha entre las tasas de crecimiento económico de China y del país norteamericano se reduzca, lo que hará que vuelva la presión sobre el dólar.

La otra cara de la moneda la conforman empresas como la de Huang Wei, analista jefe de Hicend Futures. Es importadora y, por tanto, prefiere un yuan fuerte porque "es beneficioso para los importadores de productos básicos a granel". Un yuan débil, dice, eleva el coste de las materias primas que importan.