"López Obrador polarizó y convirtió los comicios mexicanos en un referendo sobre su mandato"

CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, polarizó el debate político y convirtió los próximos comicios para renovar la Cámara de Diputados federal y gobiernos locales en una especie de referendo sobre la mitad de su mandato sexenal (2018-2024), a tres años de su triunfo electoral.

"El presidente logró convertir la elección en un referendo sobre su administración y que la mayor parte de la oposición cayera en su juego, al construir una alianza que esta derrotada antes del día electoral" dijo a Sputnik el politólogo Jorge Javier Romero Vadillo, doctorado por la española Universidad Complutense.

El coautor del reciente libro Balance Temprano: Dese la izquierda democrática, sobre los primeros años del presidente en el cargo, estima que fue contraproducente la coalición Va por México, integrada por los tres grandes partidos opositores: Acción Nacional (PAN, centroderecha), Revolucionario Institucional (PRI, centro) y de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda).

"Unos cuatro puntos que la coalición puede arrebatar a la popularidad de López Obrador no es más que una pérdida normal en una elección intermedia del mandato presidencial, donde todo Gobierno ya presenta desgastes", cuando las promesas de campaña ya contrastan con los resultados, dice Romero.

El actual investigador y profesor de Política y Cultura en la Universidad Autónoma Metropolitana de la capital explica que la alianza planteó la contienda en términos de ganar o perder el control de la Cámara de Diputados, de 500 curules.

El objetivo es contener la ola de reformas constitucionales que concentran el poder presidencial y debilitan entidades autónomas, como el Instituto Nacional Electoral, entre medidas económicas estatistas.

"La alianza no va a movilizar a los desencantados con el presidente; la mayoría de ese electorado se va a ir hacia la abstención", pronostica el politólogo.

Mientras la participación en las presidenciales de julio de 2018 fue de 63,4 % de los votantes, el analista estima que la abstención crecerá en un país donde los comicios legislativos y locales, para gobernadores y alcaldes, ronda el 50%.

En busca de los desencantados

El investigador considera que una fuerza emergente es Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata) que ha atraído a jóvenes y sectores de la sociedad civil alejados de la polarización.

Aunque ha sido golpeado trágicamente en las elecciones más violentas en dos décadas, con tres asesinatos de sus candidatos solo en mayo, esa formación podría restar votos al gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados oficialistas.

"MC pudo haber atraído el voto del desencanto, pero la mayoría que se aleja de la polarización se convertirá en una abstención favorable a Morena, que puede propinar un nuevo batacazo", explica Romero.

Es difícil que la campaña por "frenar a López Obrador" atraiga a un electorado que ya descartó a los grandes partidos que gobernaron décadas y perdieron en 2018.

Aquel año, el 53% de votos fueron a favor del líder de la izquierda nacionalista, ante la escandalosa violencia y corrupción, que irónicamente persisten o empeoran.

Menos poder legislativo y erosión local

El politólogo considera que el oficialismo sufrirá derrotas importantes en algunas elecciones locales por 15 gobiernos, la mitad de los 32 estados del país y 1.900 alcaldías.

La derrota más dolorosa para Morena podría ocurrir en el petrolero estado de Campeche (sureste) y en el norteño enclave industrial de Nuevo León, donde se derrumbó la popularidad de sus candidatas a gobernadoras: Layda Sansores y Clara Luz Flores, respectivamente.

Si el que fuera secretario de Seguridad Pública del Gobierno federal en los primeros años de López Obrador en la presidencia, Alfonso Durazo, pierde en Sonora, fronterizo con EEUU, sería un descalabro mayor para el presidente.

Pero el resultado más notable ocurrirá en la Cámara de Diputados: "Es muy probable que Morena mantenga la mayoría absoluta (la mitad más una de los 500 curules), pero quedará lejos de la mayoría calificada (dos terceras partes), que se requiere para las reformas a las leyes y la Constitución".

El autor de varias obras sobre el sistema político mexicano explica que la irritación del presidente con el INE se explica, en parte, porque acordó poner fin a las manipulaciones de la sobrerrepresentación que en 2018 le permitió al oficialismo elevar ocho puntos su votación presidencial al 61% de diputados.

Morena obtuvo un 46% de votos en las legislativas de aquel año, pero incrementó la bancada de la coalición en 15 puntos, suficiente para reformar la Constitución.

La manipulación consistió en lograr sobrerrepresentación por cada uno de los tres partidos de la coalición Juntos Haremos Historia, que esta vez contará como una sola fuerza, como ya dictaminó el INE.