El reto que encara Pekín tras el mayor fortalecimiento del yuan frente al dólar en 3 años

La moneda china alcanzó su nivel más fuerte frente al dólar en tres años, lo que supone un reto para Pekín en su intento de equilibrar la demanda de las exportaciones del país con el aumento de los precios de las materias primas, escribe el diario Financial Times.

El 25 de mayo un dólar costaba unos 6,41 yuanes, lo que supone su punto más bajo desde junio de 2018. Mientras tanto, el CSI 300, el índice de acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen, subió un 3,2%.

En total, el yuan ha ganado más de un 10% en el último año, impulsado por la recuperación económica de China tras la pandemia de coronavirus y los flujos de capital extranjero hacia el país.

No obstante, la subida de la moneda es un dilema para los responsables políticos de China. El país se enfrenta al impacto de la subida de los precios de las materias primas, el riesgo de burbujas de activos y los signos de que el crecimiento puede estar perdiendo fuerza. Mientras tanto, en términos intertrimestrales, el PIB solo creció un 0,6% en los tres primeros meses, muy por debajo de las expectativas.

"El Banco Popular de China es consciente del riesgo de apreciación del yuan, dada la desaceleración del crecimiento de China en el primer trimestre", declaró Ken Cheung, estratega jefe de divisas para Asia de Mizuho Bank.

Añadió que las entradas de capital podrían aumentar la inflación de los precios de los activos e "invalidar" los intentos del Banco Central de estabilizar el apalancamiento.

Liu Guoqiang, vicegobernador del Banco Popular de China, afirmó que esperaba que el tipo de cambio fuera "estable en un nivel razonable" y se rigiera por la oferta y la demanda, así como por las condiciones del mercado internacional.

Una moneda china más fuerte abarataría la compra de materias primas por parte de los productores industriales del país, pero suele perjudicar a sus exportadores. Pekín se preocupa por el aumento de los precios de las materias primas que en abril impulsó el crecimiento de los precios de las fábricas chinas hasta su nivel más alto en tres años, lo que hace prever una mayor inflación de los precios al consumo.

El Consejo de Estado del país, presidido por el primer ministro Li Keqiang, advirtió la semana pasada que debían tomarse medidas para evitar que los precios de los productores repercutieran en los precios de los consumidores.

También los responsables políticos han estado muy atentos al riesgo de burbujas de activos tras la relajación de los principales tipos de interés el año pasado. Guo Shuqing, máximo regulador bancario del país, advirtió a principios de este año del riesgo de burbujas en los mercados internacionales y en el sector inmobiliario chino.