Vacunas donadas por el presidente salvadoreño llegan a Honduras en medio de polémica

MANAGUA (Sputnik) — Las 34 mil dosis de vacunas contra COVID-19 donadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a siete municipios hondureños, arriban a territorio catracho, donde crece la polémica por un encontronazo entre el canciller salvadoreño Lisandro Rosales con los alcaldes de esas localidades.

"¡Llegamos a la frontera El Poy!", informó la Secretaría de Comunicaciones de El Salvador en su cuenta de la red social Twitter, desde donde siguió con imágenes el recorrido del convoy con el donativo.

¡Llegamos a la frontera El Poy! 🇸🇻🇭🇳💉 pic.twitter.com/0wEuF65n4G

— Secretaría de Comunicaciones (@ComunicacionSV) May 13, 2021

"Estamos haciendo un trabajo humanitario y nos sentimos amenazados por un Secretario de Estado que tiene la obligación de salvaguardar la integridad de cada uno de nosotros. Lisandro Rosales nos ha amenazado que nos va a dejar sordos con los [aviones] F-5", dijo David Castro, alcalde de Cedros en un video que circula a través de las redes sociales.

El alcalde de Cedros (central departamento de Francisco Morazán) se preguntó por qué el Gobierno salvadoreño no usa esas aeronaves para traer vacunas a Honduras, que de tenerlas no tendrían necesidad de estar "mendigándolas" en el vecino país, tal como los acusó Rosales.

"Que tristeza da, (que) en vez de apoyarnos se nos esté amenazando, nada nos va a detener y le digo ministro, si algo nos pasa a estos siete alcaldes usted es el responsable. Tenga el valor y la dignidad de decir las cosas de frente, no ande amenazando por las redes sociales", emplazó al canciller el jefe del gobierno local de Cedros.

El luchador social Gilberto Ríos, candidato a diputado por el Partido Refundación y Libertad (Libre, izquierda) dijo a Sputnik que los alcaldes están recibiendo mucha presión del pueblo de sus municipios en demanda de ese tipo de gestiones, ante el azote de la pandemia en Honduras.

"Si el gobierno (del presidente Juan Orlando Hernández) no está dando ninguna respuesta, entonces se movilizaron para hacer la gestión en El Salvador", razonó Ríos.

El candidato explicó que Rosales es un fanático religioso, quien además de su cargo oficial en el gabinete, es un operador político del presidente Hernández y como tal maneja también temas referidos a seguridad.

Consideró que otra forma de presión sobre la iniciativa de los siete alcaldes la ejerció la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, quien pareció querer marcar terreno (político) al demandar el control sobre la carga de fármacos procedente de El Salvador.