Presidente checo aboga por esperar resultados de investigación sobre el caso de Vrbetice

PRAGA (Sputnik) — Primero hay que obtener los resultados de la investigación sobre las explosiones en un almacén checo en Vrbetice en 2014 antes de sacar conclusión alguna al respecto, declaró el presidente checo, Milos Zeman, en una declaración transmitida por las cadenas TV Prima y CNN Prima News.

"Antes de hacer conclusiones acerca de las explosiones en Vrbetice, se debe esperar los resultados de la investigación que está en curso", dijo Zeman.

Según el presidente, si se demuestra que son los agentes rusos los que están detrás de las explosiones producidas en los almacenes de municiones en Vrbetice, Rusia deberá pagar por ello, por ejemplo, con no participación de su corporación de energía atómica Rosatom en la licitación para construir una nueva unidad generadora en la planta nuclear de Dukovany.

Pero si, al revés, la implicación rusa sea refutada, entonces, opinó, se trata de un juego de servicios de inteligencia, lo cual puede conllevar graves consecuencias para la vida política de Chequia.

"Todavía hay muchos espacios blancos es ese asunto", concluyó Zeman sin descartar que la detonación asimismo podría haber sido causada por un manejo negligente de municiones.

A su vez, el jefe del Senado (Cámara Alta del Parlamento), Milos Vystrcil, considera que las declaraciones del presidente checo pueden perjudicar a las investigaciones.

"Estoy convencido de que el presidente Zeman compartió en su intervención de hoy la información de un caso en curso con lo cual podría poner en peligro la seguridad de la República Checa y complicar drásticamente la investigación exitosa del caso", escribió Vystrcil en su cuenta en Twitter.

El Gobierno checo denunció el sábado pasado la presunta implicación de la inteligencia rusa en las explosiones que causaron dos muertos en un almacén de municiones en Vrbetice, en la región de Zlin, en 2014, y expulsó a 18 empleados de la embajada rusa en Praga, señalados como presuntos agentes de los servicios secretos de Rusia.

Moscú rechazó todas las acusaciones por "absurdas" y las atribuyó al rumbo antirruso de Chequia que se observa en los últimos años, agregando que en los sucesos actuales se puede vislumbrar la "mano de Estados Unidos", y respondió expulsando a 20 diplomáticos checos.

El 21 de abril, la cancillería checa exigió que Rusia garantizara el regreso a la embajada checa en Moscú de los diplomáticos expulsados, pues, de lo contrario, la plantilla de la misión rusa en Praga se recortaría, siguiendo el ejemplo ruso, a cinco diplomáticos.

Al día siguiente Chequia pasó a la acción y redujo el número del personal de la embajada rusa en Praga hasta el nivel de su misión en Moscú.