Guatemala beatifica a 10 "mártires de Quiché" asesinados por militares en la guerra civil

MONTEVIDEO (Sputnik) — Las autoridades eclesiásticas de Guatemala beatificaron a tres sacerdotes españoles y siete catequistas mayas, entre ellos un niño de 12 años de la etnia Quiché, asesinados por los militares entre 1980 y 1991 durante la guerra civil que azotó al país centroamericano.

"Nuestros mártires eran verdaderos misionarios en movimiento. Iban de casa en casa, manteniendo viva la fe, rezando con sus hermanos, evangelizando, rogándole al Dios de la vida. Eran hombres de mucha fe, de gran confianza en Dios, pero al mismo tiempo de gran dedicación para generar un cambio, una Guatemala diferente", dijo el obispo Rosolino Bianchetti Boffelli de la diócesis de Quiché al sitio Vatican News.

Los enfrentamientos entre el Gobierno militar en Guatemala y grupos guerrilleros de izquierda se extendió de 1960 a 1996, pero fue a partir de 1980 cuando la Iglesia Católica comenzó a ser acosada por los militares debido a los trabajos que realizaban religiosos y catequistas con las comunidades, en particular las indígenas, de las mayores víctimas del conflicto armado.

Las comunidades mayas fueron objeto de un genocidio entre 1981 y 1983 en el departamento de Quiché (noroeste).

El viernes se reunieron decenas de personas en Quiché, muchos con la vestimenta típica maya, para rendir homenaje a los religiosos y catequistas, cuyo camino de beatificación comenzó en el Vaticano en enero de 2020 como reconocimiento al martirio que sufrieron por su fe.

El sacerdote español José María Gran fue acribillado el 4 de junio de 1980 tras un viaje por la zona junto a su sacristán local Domingo del Barrio; el 10 de julio moría baleado en su despacho el cura Faustino Villanueva, mientras que en septiembre fueron asesinados el sacristán Tomás Ramírez, quien antes fue torturado dentro de la iglesia, y el catequista Nicolás Castro, y en noviembre moría el laico Reyes Us.

Ese año también fue capturado en una redada contra su comunidad el adolescente maya Juan Barrera, quien preparaba a otros niños para recibir la comunión; fue torturado, mutilado y colgado de un árbol por los militares, quienes también le dispararon.

En febrero de 1981 el misionero español Juan Alonso fue detenido, torturado y asesinado luego de su liberación, mientras que en julio de ese año mataron al catequista Rosalío Benito y a su hijo.

El catequista Miguel Tiú fue asesinado una tarde mientras salía para revisar sus cultivos.

La Comisión para el Esclarecimiento Histórico, nombrada por la ONU para recopilar información del conflicto armado atizado por la Guerra Fría, afirma que las fuerzas estatales fueron responsables de más del 90% de la violencia.

La guerra dejó más de 200.000 muertos y desaparecidos y los juicios contra militares por crímenes de lesa humanidad pudieron tener lugar recién después de 2010.