Central obrera de Bolivia pide aumento salarial de 5%

LA PAZ (Sputnik) — La Central Obrera Bolivia (COB) pidió formalmente al Gobierno un aumento salarial general del 5% retroactivo a enero, mientras la Confederación de Empresarios Privados (CEPB) rechazaba toda posibilidad de un incremento advirtiendo el riesgo de mayor desempleo.

"A partir del lunes (12 de abril) nos sentamos a discutir el porcentaje del incremento salarial como corresponde en función al pedido de la COB; es un pedido de incremento del salario básico de un 5% y un 5% al mínimo nacional", dijo el líder de la COB, Juan Carlos Huarachi, tras una audiencia con el presidente Luis Arce.

Los pasados gobiernos de Evo Morales (2006-2019)—del mismo partido socialista que el actual— decretaron cada primero de mayo aumentos salariales mayores a la inflación del año precedente, pero esta práctica fue interrumpida en 2020, cuando la presidenta transitoria Jeanine Áñez (2019-2020) negó el beneficio debido a la pandemia de COVID-19.

Huarachi dijo que en la audiencia en la Casa Grande del Pueblo, sede presidencial, el Gobierno y la COB acordaron instalar la próxima semana varias mesas de negociación sobre una treintena de demandas, además de la salarial, contenidas en el pliego de peticiones presentado por la organización sindical.

Las demandas incluyen cuestiones laborales, creación de empleos, reactivación de microempresas y cuestiones legales como el reconocimiento del derecho a la sindicalización de los funcionarios públicos.

Empresarios

La CEPB rechazó la posibilidad de negociar un aumento salarial, con el argumento de que la crisis económica y la pandemia de COVID-19 habían puesto a ese sector al borde de una quiebra general.

"Bajo la situación mundial y nacional es imposible hablar de un incremento salarial, está fuera de contexto, porque sería hablar de la posibilidad de recortar empleos, perder muchos empleos, que mucha gente entre a régimen de sobrevivencia", dijo a reporteros el presidente de la organización empresarial, Luis Barbery.

Afirmó que los empresarios consideraban que Bolivia debe encarar con prioridad el desafío de crear o al menos salvar empleos, "apuntalando a las empresas que han quedado en condiciones muy deplorables por la situación general de crisis".

Barbery dijo que en el último año Bolivia perdió unos 400.000 empleos formales, en todos los sectores de la economía, y advirtió que este problema puede resultar agravado con una medida de aumento salarial general.

El Gobierno no ha adelantado criterios de política salarial, concentrándose en cambio en impulsar un plan de reactivación económica basado en el fortalecimiento de la demanda interna, mediante la entrega de bonos y devoluciones de impuestos, a la par de créditos para micro y pequeñas empresas.