CEAR denuncia que España aplica en Canarias la misma política de "islas jaula" que Lesbos

MADRID (Sputnik) — La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) presentó un informe en el que alerta que la política de contención migratoria de la Unión Europea (UE) utilizada previamente en Lesbos (Grecia) o Lampedusa (Italia) está siendo aplicada ahora por España para convertir al archipiélago Canario en "islas jaula".

"La óptica de la UE parece que es simplemente que las personas migrantes estén cuanto más lejos mejor, convirtiendo a Canarias en islas jaula", denunció el coordinador de CEAR Canarias, Juan Carlos Lorenzo, durante la presentación del informe.

Según explica el documento, este modelo de contención se basa en "retener a las personas migrantes en territorios insulares como mecanismo disuasorio" y promover "la deportación como principal estrategia de la gestión migratoria", evitando que los migrantes pisen suelo continental europeo.

En 2020 llegaron a las Islas Canarias un total de 23.023 migrantes irregulares por vía marítima, un 756% más que en 2019, marcando la segunda cifra más alta en la historia del archipiélago por detrás de las 31.600 llegadas registradas por la crisis de los cayucos de 2006.

De acuerdo con el análisis de CEAR, ese aumento de las llegadas, unido a la falta de previsión por parte de las autoridades españolas, generó un escenario de "crisis humanitaria" en las islas.

En concreto, el informe recuerda que la incapacidad para atender el aumento de llegadas dejó agolpadas a miles de personas en el Puerto de Arguineguin, en la Isla de Gran Canaria, donde los migrantes se veían obligados a dormir en un muelle portuario en "condiciones infrahumanas".

En lugar de facilitar el desplazamiento de estas personas a otros lugares a la espera de resolver su situación administrativa, España optó por la creación de campamentos de emergencia con capacidad para 7.000 personas, lo que según CEAR sirve para "cronificar" la situación en el interior de las islas.

A ojos de esta ONG, los campamentos, además de ser un "parapeto" para evitar la llegada de los migrantes a suelo continental, carecen de condiciones dignas, ofreciendo un "trato inhumano" a las personas migrantes, con "situaciones de absoluta privación de servicios básicos".

En adición, los campamentos no cuentan con planes para gestionar la convivencia ni entre los propios migrantes (de orígenes muy variados) ni con las comunidades de acogida, lo que al final se traduce en situaciones de tensión.

Sin ir más lejos, el 6 de abril se produjeron incidentes en un campamento de acogida en Tenerife, donde ocho migrantes fueron detenidos por la Policía Nacional tras una reyerta que según medios locales comenzó con un enfrentamiento entre internos senegaleses y marroquíes por la falta de comida y espacio.

En opinión de CEAR, estos episodios trasladan a la ciudadanía una imagen de pérdida de control del fenómeno migratorio por parte de las autoridades, lo que da pie a un auge de la propagación de mensajes xenófobos.

"Desgraciadamente esto puede ir a más. No ya en cuanto a la violencia de unas personas a otras, sino también con autolesiones, que es algo que nosotros hemos visto trabajando en Grecia, donde ha habido numerosos suicidios", dijo la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, durante la presentación del informe.

Ante este escenario, CEAR invitó al Gobierno español a abandonar la política de "islas cárcel" por otro enfoque que permita los traslados de migrantes de forma ágil y que implique al conjunto de la Unión Europea para su reubicación, impulsando al mismo tiempo medidas de convivencia e integración.