El nuevo jefe del Estado Mayor de Armenia da por resuelta situación en la entidad castrense

EREVÁN (Sputnik) — El nuevo jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Armenia, Artak Davtián, aseguró que la situación en esa estructura castrense ya se resolvió.

Horas antes el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, anunció que Davtián fue designado como jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas del país, a pesar de la negativa reiterada del presidente del país, Armen Sarkisián, de aprobar esa propuesta, agregando que por ley ese cargo debe ser asumido automáticamente.

"La situación después de la conocida declaración de la jefatura de las Fuerzas Armadas se resolvió, y las divergencias existentes pasaron al campo legal", dijo Davtián en un comunicado, cuyo texto fue publicado en su página de Facebook por el representante del Estado Mayor Samvel Asatrián.

Davtián aseguró que las Fuerzas Armadas de Armenia, subordinadas al Gobierno y bajo el control civil, "mantendrán la neutralidad en los asuntos políticos, y se guiarán únicamente por la obligación de garantizar la defensa, la seguridad, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras".

"Estoy convencido de que las Fuerzas Armadas no participarán en ningún proceso político que no esté previsto por la Constitución y por la ley", aseguró.

Davtián además agradeció a su antecesor en el cargo de jefe del Estado Mayor por el trabajo realizado.

Pashinián llama a las FFAA a la despolitización

Nikol Pashinián llamó a las Fuerzas Armadas a cumplir con el principio de despolitización, al presentarles al nuevo jefe del Estado Mayor General.

"Pido que debemos acordarnos respetar firmemente el principio de despolitización de las Fuerzas Armadas", declaró Pashinián en un vídeo publicado en su cuenta de Facebook.

Subrayó que "no es necesario para mí, ni para una persona o grupo especial, sino sobre todo para las propias Fuerzas Armadas".

Al mismo tiempo, el primer ministro de Armenia agregó que los acontecimientos de febrero pasado, cuando los dirigentes de las Fuerzas Armadas exigieron la dimisión de Pashinián, no dejaron "ninguna huella personal ni política".

El 18 de marzo la oficina del primer ministro de Armenia insistió en que el general Onik Gasparián fue cesado de su cargo de jefe del Estado Mayor pese a las declaraciones de su abogado, Artur Ovannisián, quien afirmara que el general podía seguir cumpliendo sus funciones. El letrado llegó a esas conclusiones partiendo de una resolución del Tribunal Administrativo.

Sin embargo, la oficina de Pashinián indicó que la Constitución no prevé la posibilidad de revocar un acta legal ya entrada en vigor, precisando que Gasparián fue destituido el 10 de marzo en virtud de una norma constitucional.

Sarkisián, tras negarse a firmar el decreto correspondiente, no envió el documento al Tribunal Constitucional, y como consecuencia, el general fue destituido automáticamente.

El jefe militar se dirigió al Tribunal Administrativo y declaró que "seguiría sirviendo a su pueblo, pero con otro estatus".

La tensión política en Armenia se agravó después de que Pashinián afirmara que los misiles rusos Iskander exportados a Armenia "no detonaron del todo o lo hicieron al 10%" durante las recientes hostilidades en Nagorno Karabaj.

Rusia y Azerbaiyán desmintieron el uso de ese tipo de armas en el conflicto, y poco después el primer ministro armenio se retractó de sus palabras, afirmando que había sido desinformado.

El supuesto lapsus de Pashinián desembocó en una crisis política luego de que cesara al número dos del Estado Mayor General, Tigrán Jachatrián, quien se había reído de sus palabras. Tras ese despido, la cúpula castrense exigió la dimisión de Pashinián, el cual, a su vez, denunció un intento de golpe militar e insistió dos veces en la renuncia del jefe del Estado Mayor.