Una fosa común de hace 6.200 años revela una masacre sin respuesta

Un equipo de arqueólogos croatas y estadounidenses arrojó luz sobre un entierro colectivo de la Edad del Cobre, hallado en la pequeña localidad de Potocani, en Bosnia y Herzegovina.

La fosa común de unos 2 metros de ancho y casi un metro de profundidad fue descubierta por accidente en 2007, durante la construcción de un garaje. Contiene los restos de 41 personas: 21 hombres y 20 mujeres, incluídos niños, adolescentes y adultos de hasta 50 años de edad. 

Los arqueólogos sugirieron en primer lugar que los individuos pertenecían a la misma familia y que la fosa podría datar de la Segunda Guerra Mundial o hasta de las guerras tras la disolución de Yugoslavia. No obstante, al realizar la datación por isótopos de carbono, los científicos no solo concluyeron que la vasta mayoría de estas personas enterradas no tenían parentesco —aunque supuestamente pertenecían a la misma tribu, ya que compartían algunos ancestros comunes—, sino también se dieron cuenta de que tenían extrañas marcas en sus cráneos, algo que podría servir de prueba de que fueron asesinados de forma salvaje. Los investigadores tampoco encontraron artefactos ni objetos funerarios en la tumba.

DNA with archaeological and skeletal evidence demonstrate an indiscriminate massacre and haphazard burial of 41 individuals 6,200 years ago in what is now Potocani, Croatia. Published March 10 in PLOS ONE https://t.co/bDqkPlDmYt pic.twitter.com/eyeEgIeRli

— European Association of Archaeologists (@archaeologyEAA) March 11, 2021

Al analizar los agujeros en los cráneos de las víctimas, los autores del estudio llegaron a la conclusión de que la mayor parte de los golpes se hicieron desde atrás, por lo que probablemente se trató de una ejecución masiva.

"Para la mayoría de la gente, un solo golpe fue suficiente. Pero tenemos dos o tres individuos con cuatro heridas en el cráneo", declara el principal autor del estudio, Mario Novak, del Instituto de Investigación Antropológica en Zagreb.

De acuerdo con una de las hipótesis, esto también podría haber sido un intento de contener una epidemia. Sin embargo, los huesos de las víctimas no contenían patógenos infecciosos, lo que significa que estaban sanas cuando las asesinaron. Al mismo tiempo, los restos de algunos niños, con edades de 5 a 10 años, mostraban señales de escorbuto, lo que indica que podrían haber sufrido carencias nutritivas en los años previos a su muerte.

Pero ¿qué llevó a los habitantes de la zona a ejecutar a más de cuatro docenas de personas y arrojarlos a una fosa común? Los autores del estudio sugieren que podría haber sido un “acto de homicidio intencional de un grupo de personas que no estaban preparadas para una batalla". Al mismo tiempo, ahora es imposible determinar quiénes fueron los asesinos ni por qué habrían asesinado a los miembros de aquella tribu. "No creo que lo sepamos nunca", afirma Novak.

"La violencia a gran escala ha estado presente en las sociedades humanas por más de 13.000 años", concluyeron los arqueólogos.