Un viaje a los albores de la Rusia soviética

© SputnikUna familia chuvashia que pasa hambre, URSS
Una familia chuvashia que pasa hambre, URSS - Sputnik Mundo, 1920, 09.03.2021
Una familia chuvashia que pasa hambre, URSS
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MOSCÚ (Sputnik) — La escritora rusa Guzel Yájina estaría contenta si su nueva novela, dedicada, como las dos anteriores, a los primeros decenios de la época soviética, provocara de nuevo una polémica, según declaraciones exclusivas a Sputnik.
"Si una novela provoca polémica está muy bien", señaló en la entrevista al hablar de su nueva obra, El tren para Samarcanda, aunque reconoció que la crítica no siempre es "algo agradable".
La también autora de Zuleija abre los ojos, traducida al castellano y a una treintena de idiomas más, e Hijos míos, condenó sin embargo aquella crítica que "en vez de situarse en el ámbito literario pasa al campo nacionalista o religioso, o al de las guerras de memoria".
Fue Zuleija abre los ojos, publicada en 2015, y sobre todo la serie televisiva que se hizo a partir de esta novela, las que provocaron en Rusia duras reprimendas por parte de los nacionalistas tártaros y los admiradores de la época soviética que consideran que la autora tergiversó los datos y denigró la memoria histórica.
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"Aquella discusión emocional e intensa que surgió alrededor de la historia de Zuleija benefició al libro, contribuyó a su popularidad", admitió a la vez Yájina.
La escritora señaló que "un lector sensato forma su propia opinión, sin dejarse guiar por lo que dicen algunas voces enfadadas en internet".

Una tragedia bien documentada

"El tren para Samarcanda" tiene su momento "potencialmente controvertido" y es "el grado de lo terrorífico y de lo trágico en la descripción de lo que pasaba en la Rusia soviética en los años de la hambruna" en la región del Volga a principios de los 1920.
Sin embargo, Yájina dice que su "consciencia está tranquila" pues la novela está basada en "muchísimas fuentes documentales".
"Estoy hablando tanto de las obras de los historiadores, de las que sacaba los datos y la base para la trama, así como de una gran cantidad de fuentes originarias: cartas de los campesinos, correspondencia interna de la Comisión Extraordinaria, documentos de los orfanatos y centros preventivos, periódicos, memorias, testimonios de los que en persona se ocupaban de los niños de la calle, de la erradicación de la hambruna, de la evacuación", subrayó.
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Por eso, la novela "tiene unos cuantos capítulos casi documentales donde muy poco fue inventado, la realidad solo fue reescrita para darle forma literaria".

Una erradicadora del hambre

El capítulo sobre el viaje de la comisaria Belaya a la región de Chuvashia, que sufría del hambre, por ejemplo, se basa en las memoras de Asia Kalínina, la mujer del político Mijaíl Kalinin.
Kalínina "era una erradicadora de hambre profesional, por sus méritos la llamaban incluso 'la madre de los niños chuvashios' y fue en su libro donde encontré todos los datos que describo en ese capítulo", relató Yájina que subrayó que no tiene miedo a la discusión.
© Sputnik / Vitaly AnkovLa escritora rusa Guzel Yájina
La escritora rusa Guzel Yájina - Sputnik Mundo, 1920, 09.03.2021
La escritora rusa Guzel Yájina
"Me parece que representé de forma más cercana a la verdad lo que encontré en los documentos", aseveró.
Insistió en que "algunas escenas o personajes podrían parecer fantasmagóricos pero corresponden a la verdad".
"Muchos momentos de los años 1920, descritos en la novela, se ven hoy, desde nuestros tiempos prósperos y sin hambrunas, como una cosa extraña, absurda, anómala", explicó la escritora.
"Por ejemplo, la historia del niño que tenía miedo a un piojo grande que le venía en los sueños, no es una invención, este niño existió de verdad", enfatizó.
Yájina recalcó que "quería acentuar este contraste en la percepción, pero intenté no inventar sino basarme en los datos".

Libros conectados

La novela El tren para Samarcanda está interconectado con las dos anteriores, aunque no es una continuación.
Ante todo, las tres están situadas en la temprana época soviética, que es el escenario principal de la obra literaria de Yájina.
"Los primeros 20 o 30 años soviéticos, para mí, son la época más impresionante que es fantástica, terrorífica, inverosímil", subrayó al calificar este tema de "inagotable".
Las tres novelas comparten el mismo lugar, la región del Volga que es la patria chica de Yájina.
Además, "el tema del pequeño hombre también me es cercano y se desarrolla en los tres libros: el enfrentamiento del pequeño hombre y la gran historia, la evolución de una persona en el proceso histórico".
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También, las tres describen "la interacción de diferentes etnias, la comprensión, amistad, enemistad, amor entre ellos, los esfuerzos de coexistencia".
"La región del Volga es una región donde viven varias etnias y se hablan muchísimos idiomas. Yo crecí rodeada de este plurilingüismo que se menciona en los tres textos", explicó la autora.
En el tren que dio su nombre a la novela, "se reúnen niños de todas las etnias y se convierte en un Árca de Noé o Arca de Déev [Déev es el apellido del protagonista]", enfatizó.
Finalmente, las obras de Yájina tienen muchas alusiones a la mitología y los cuentos.
"No sé si habrá otro más, pero estos comparten el mismo estante", concluyó.
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