Greenpeace critica a una ministra israelí que acusó a Irán de ecoterrorismo por fuga de aceite

TEL AVIV (Sputnik) — La sección israelí de la organización ecológica Greenpeace arremetió contra la ministra de Protección medioambiental, Gila Gamliel, después de que dijera en varias ocasiones que la fuga de aceite que causó un desastre ecológico en las costas mediterráneas de Israel fuera un acto de terrorismo iraní.

El aparato de inteligencia israelí ha abierto una investigación sobre la fuga de petróleo, según informó el 4 de marzo por la noche la radio del Ejército, mientras la ONG Greenpeace también ha emprendido su propia investigación independiente, según el mismo medio.

Greenpeace emitió un comunicado diciendo que las afirmaciones de Gamliel "son escandalosas" y que "no tienen fundamento en este momento".

Por ahora la investigación oficial israelí sobre la fuga petrolífera que ha causado el mayor desastre ecológico de la historia reciente del país, contaminando la mayoría de las playas y matando fauna y flora, no ha encontrado pruebas de que fuera un acto deliberado ni "terrorismo ecológico", según recogió un informe del Canal 12 el 4 de marzo.

Las autoridades del Ministerio de Defensa corroboraron este análisis.

El barco de propiedad libia, el Esmeralda, transportaba ilegalmente petróleo desde Irán hasta Siria en el momento de la fuga, según el Ministerio de Protección medioambiental, que citó imágenes de satélite que lo probaban. El navío ha regresado a Irán y ahora está anclado allí.

En una entrevista el 4 de marzo por la noche en el Canal 12, Gamliel insistió, sin dar pruebas, que se trataba de un ataque terrorista iraní y agregó que "solo Netanyahu sabe cómo lidiar con Irán adecuadamente".

Greenpeace, por su parte, aseguró en comunicado que la ministra "minimiza el conocido y extendido fenómeno de polución marina por parte de navíos petroleros. La conducta de la ministra huele a campaña electoral y a intento de meter un gol político a costa de un desastre ecológico".

Unas 1000 toneladas de alquitrán han llegado a las costas israelíes, cubriendo un 90% de los 195 kilómetros de costa (120 millas). Las tareas de limpieza y rescate de animales continúan y las playas permanecen cerradas hasta que análisis de aguas indiquen que se pueden reabrir.