Moscú constata que la situación en Afganistán influye sobre Asia Central

MOSCÚ (Sputnik) — Rusia sigue con preocupación el desarrollo de la situación en Afganistán y su impacto sobre Asia Central y espera seguir contribuyendo a la normalización afgana, declaró el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al sostener negociaciones con su par afgano, Mohammad Haneef Atmar.

Al señalar que Afganistán es un importante socio regional de Rusia que vive un período complicado de su historia, Lavrov dijo que espera escuchar de su homólogo las evaluaciones de la situación en su país e intercambiar opiniones de cómo Rusia podría contribuir a normalizar la situación en interés del pueblo afgano.

"El problema tiene una importancia especial para nosotros, porque a la par con querer ayudar al pueblo afgano nos preocupa el impacto de la situación en Afganistán sobre la estabilidad en Asia Central, que es la región de responsabilidad de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva [OTSC] y de la Organización de Cooperación de Shanghái [OCS]", subrayó el canciller ruso.

Además dijo que se debe aprovechar esta oportunidad para debatir el desarrollo de las relaciones bilaterales en todas las esferas, incluidos la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico y los vínculos comerciales, culturales y otros.

Lavrov reiteró que Moscú está preocupado por la situación en Afganistán, país que el grupo terrorista ISIS (autoproclamado Estado islámico, proscrito en Rusia) trata de usar como base para penetrar en los Estados de Asia Central.

"Nos preocupa en Rusia que, a pesar del inicio de las negociaciones afganas en la propia Doha, la situación en Afganistán se mantenga inestable. Hay una escalada, coincidimos en que un factor importante del empeoramiento de la situación (...) es el grupo ISIS, que tiene como objetivo convertir ese territorio en una base para la expansión a los Estados de Asia central", dijo el titular.

El jefe de la diplomacia rusa aseguró que Rusia está lista para reanudar en cualquier momento las reuniones del formato de Moscú, dedicadas a la solución del conflicto en Afganistán.

Según el ministro, Moscú continuará estos esfuerzos en contacto con las partes y en el marco de la llamada troika ampliada, que incluye a Rusia, EEUU, China y cuenta con la participación de Pakistán.

"Continuamos contactando con las figuras externas principales", reveló Lavrov, agregando esos contactos deben "garantizar el éxito de las negociaciones inclusivas afganas".

Para el titular ruso, garantizar que esas negociaciones resulten fructíferas es una "tarea que no tiene ninguna alternativa".

A su vez, el canciller afgano, Mohammad Haneef Atmar, declaró que Kabul cree que será más fácil luchar en Afganistán contra ISIS (organización terrorista proscrita en Rusia) si el movimiento Talibán respeta el cese del fuego.

"Si el grupo Talibán cumpliese los compromisos asumidos, especialmente en lo relativo al cese del fuego, y atendiera a este llamamiento nuestro, sería mucho más fácil librar la lucha contra ISIS en el territorio de Afganistán", dijo.

Atmar señaló asimismo que comparte la preocupación de Rusia relacionada con la actividad de Daesh en Afganistán. "Nuestras posiciones y opiniones coinciden, podríamos cooperar en esta materia", subrayó.

El movimiento Talibán había declarado en numerosas ocasiones que está defendiendo Afganistán contra los terroristas de ISIS y negó su vínculo con organizaciones terroristas.

A pesar de una importante presencia militar de EEUU y sus aliados de la OTAN, Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los grupos amados del movimiento radical Talibán y, desde 2015, ISIS (ambos grupos, prohibidos en Rusia por terroristas).

El Gobierno afgano y los talibanes negocian un acuerdo de paz desde el 12 de septiembre de 2020, un proceso que no ha llevado al cese de las hostilidades.

Además, en 2020 representantes de EEUU y de los talibanes firmaron en la capital catarí un acuerdo histórico que prevé el recorte del contingente militar estadounidense en Afganistán y luego la retirada total de las fuerzas de EEUU y de la OTAN en el transcurso de 14 meses, así como el inicio del diálogo entre las partes afganas tras el canje de prisioneros.

Lucha contra el coronavirus

Por su parte, el ministro de Exteriores afgano, Mohammad Hanif Atmar, declaró que Rusia y Afganistán acordaron cooperar en la lucha contra las consecuencias de la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

"Acordamos trabajar juntos para prevenir las amenazas que plantea la pandemia de coronavirus", dijo Atmar en una rueda de prensa al finalizar negociaciones con Lavrov.

Los dos ministros acordaron, además, reanudar la labor de la comisión intergubernamental de relaciones comerciales y económicas y debatieron varios otros temas de interés mutuo.

Asimismo, los Ministerios de Sanidad de Rusia y Afganistán elaborarán un plan de suministros de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V, declaró a Sputnik el canciller afgano tras sostener negociaciones con Lavrov.

"Acordamos crear un plan correspondiente a nivel de los Ministerios de Sanidad de Rusia y Afganistán", dijo Atmar.

Recordó que Afganistán ya inició la campaña de vacunación con el fármaco de la empresa anglo-sueca AstraZeneca producido en la India y luego los organismos competentes afganos concretarán los plazos de posibles envíos de la vacuna rusa.

El enviado especial del presidente ruso en Afganistán Zamir Kabúlov, había dicho en una entrevista con Sputnik que ya están en curso las negociaciones de la vacuna anti-COVID rusa.

Afganistán agradece a Rusia su voluntad de profundizar las relaciones bilaterales, añadió Atmar.

La vacuna rusa Sputnik V

Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020, consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 21 días. La primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.

A principios de febrero, la revista científica británica The Lancet publicó los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa, que confirmaron una seguridad y eficacia del 91,6%.

La vacuna está aprobada en 70 países de Europa, Asia, África y América, entre ellos Argentina, Bolivia, México y Venezuela.

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Desde el 11 de marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 detectado a finales de 2019.