Hallan soya y maíz genéticamente modificados plantados ilegalmente en México

Dos instancias del Gobierno de México confirmaron haber hallado rastros de organismos genéticamente modificados en Campeche, al sureste del país, durante la toma de muestras que realizaron en cultivos durante 2020.

La información oficial fue obtenida por las comunidades mayas organizadas del dicho estado y cuatro organizaciones civiles vinculadas a la defensa de sus derechos, que estos pueblos originarios han entablado para hacer frente a las compañías trasnacionales más grandes del mundo: las de la biotecnología.

La evidencia toma especial significación tras el decreto presidencial firmado por Andrés Manuel López Obrador el 31 de diciembre de 2020, que mandata una ruta crítica para que México se aparte del consumo humano de alimentos transgénicos y del uso del glifosato en sus campos, el principal ingrediente activo de los herbicidas usados en buena parte de la agricultura industrial.

Ahora, los denunciantes señalan que la importancia recae en la aplicación del decreto, particularmente lo referido a cómo evitar más eventos de contaminación de plantas nativas con genes modificados. Apuntaron a Sputnik que este es un tema clave en la protección de las razas de maíz nativo en México y su biodiversidad en general.

Señalaron que aunque puede argumentarse que las muestras obtenidas corresponden a un período previo a la sanción del decreto de prohibición del maíz transgénico, ya existían entonces tres trancas a nivel institucional para su producción en México.

Por un lado, la demanda colectiva tiene detenida la siembra de cualquier maíz transgénico en todo el territorio mexicano, ya sea a nivel piloto (investigación) o con fin comercial.

En cuanto a la soya transgénica, en el año 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación suspendió el permiso para su siembra en dos estados del sureste mexicano: Yucatán y Campeche.

Dos años más tarde, a fines de 2017, el Servicio Nacional de Sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria (Senasica) revocó el permiso ya otorgado en siete estados del país: San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Campeche. Esto hizo ilegal el cultivo de la soya transgénica en todos ellos.

"Si bien el decreto presidencial no existía al momento de que se hicieron estas siembras, son de cualquier manera ilegales por lo que se debe actuar en consecuencia y hacer cumplir el decreto sin pretexto alguno", señalaron de manera conjunta el Colectivo maya de los Chenes, el Centro mexicano de derecho ambiental, el Equipo Indignación, Greenpeace México y la Alianza maya por las abejas de la Península de Yucatán Kabnaalo´on.

La evidencia hallada

El 2 de diciembre de 2020, el conjunto de organizaciones comunitarias y civiles que se nombró más arriba denunciaron ante la Procuraduría Federal de protección al ambiente (Profepa) y ante el Servicio de sanidad (Senasica) la probable presencia de cultivos transgénicos en la zona.

Solicitaron entonces a ambas instancias que realizaran inspecciones y vigilaran específicamente una aldea aledaña al ejido de Komchén, en el municipio de Hopelchen, estado de Campeche.

En esta zona conocida como la Región de los Chenes —de donde es originario el colectivo que recibió el último "Nobel Verde"— las organizaciones presumían la siembra ilegal de semillas genéticamente modificadas, tanto de soya como de maíz transgénico.

A comienzos de 2021 confirmaron sus sospechas. A través de pedidos de acceso de información a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y al mencionado Senasica, se dio a conocer que en los análisis realizados por ambas instancias se obtuvieron muestras positivas de "material genéticamente modificado" en los cultivos.

La Secretaría de Medio Ambiente respondió el 19 de enero de 2021 que la muestra "para el caso del maíz fue positiva para el promotor 35s, el terminador T-nos y a los eventos MON88017 y NK603. Para las de soya se obtuvo un resultado positivo para el evento MON4032"

Los tres "eventos", según se refiere a cada uno de los organismos que logran modificarse y patentarse, están vinculados a la empresa Monsanto, comprada por Bayer.

El MON88017 es un maíz transgénico al que se le confirió la resistencia a los coleópteros (insectos que mueren al ingerirlo) y tolerancia al herbicida glifosato, para soportar las fumigaciones con el químico durante su producción.

El NK603 es un maíz de la misma marca tolerante al Glifosato, mientras que la soya MON4032 fue modificada genéticamente para ingresarle genéticamente la tolerancia al mismo químico.

Ante la evidencia, la Semarnat notificó de estos hallazgos a la Unidad coordinadora de asuntos jurídicos (UCAJ) a la que le compete realizar los actos de inspección y vigilancia.

A su vez, afirmó que también mandó informes a la Procuraduría Ambiental (Profepa) al respecto, a la Secretaría de Agricultura (Sader) a la Secretaría de Salud y a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los organismos genéticamente modificados (Cibiogem)

Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria (Senasica) respondió sobre los resultados de sus inspecciones el 3 de febrero de 2021, confirmando que cuatro muestras de tejido vegetal tomadas en Hopelchén, "conforme a los resultados de laboratorio fueron positivas a la presencia de material genéticamente modificado".

Rechazaron haber hallado muestras de maíz genéticamente modificado, así como declinaron dar información acerca de cuál fue el evento hallado en la soya.

El Senasica informó a los peticionarios que dio parte de lo hallado a la Dirección General Jurídica, la cual "determinará si existen o no elementos para iniciar el procedimiento administrativo correspondiente", y acto seguido clasificó esta información por cinco años, como una medida de protección de los "derechos de los presuntos infractores".

Las organizaciones han solicitado una nueva camada de información pública a ambas instancias, esta vez, sobre las acciones que emprenderán para "evitar y mitigar el riesgo de la presencia de transgénicos en el territorio de Hopelchén", según informaron a este medio.