Moscú acusa a EEUU de abanderar la violación de los derechos de los rusos en el extranjero

MOSCÚ (Sputnik) — EEUU encabeza la violación de derechos de los rusos residentes en el extranjero, le siguen Ucrania y los países de la Unión Europea, en particular los Estados bálticos, se señala en un informe de la Oficina de Derechos Humanos de Moscú, que obra en poder de Sputnik.

"El mayor número de violaciones de los derechos de los ciudadanos de Rusia y de los rusos que viven en el extranjero corresponde a EEUU, a los países de la UE [especialmente los bálticos y otros de Europa del Este] y a Ucrania. EEUU es líder en esta materia. Entre las formas básicas de las violaciones figuran la persecución penal, la fabricación de expedientes penales bajo pretextos inventados, los arrestos y detenciones arbitrarias, así como las torturas y el trato inhumano a los recluidos", dice el documento.

Los rusos son perseguidos en su mayoría como presuntos ciberestafadores, EEUU acusa siempre a Rusia de lanzar ciberataques contra sus instituciones públicas. En 2020 aumentó considerablemente el número de rusos recluidos en cárceles estadounidenses.

Se violan los derechos a la libertad de expresión y a recibir y difundir información, los periodistas son perseguidos por cumplir su deber profesional y se intenta tergiversar la historia.

La Oficina de Derechos Humanos de Moscú señaló además que se infringen los derechos de los ciudadanos de Rusia en EEUU en plena pandemia con la falta de asistencia médica en centros penitenciarios, lo que pone en peligro la salud y la vida de los ciudadanos de Rusia encarcelados.

La política discriminatoria que se aplica en Ucrania y los países bálticos contra la población rusa representa en sí una burda violación de los derechos básicos del ser humano y debe recibir la respectiva evaluación por parte de la comunidad internacional, se subraya en el informe.

"Los países bálticos cometen el mayor número de las violaciones de los derechos de la población rusa y del habla rusa. Los elementos clave de su política antirrusa son los arrestos y las detenciones arbitrarias, los atentados contra la libertad de expresión, de pensamiento y de propagación de la información, la violación de los derechos de los periodistas, la persecución a las personas que defienden los derechos de la población del habla rusa, la discriminación por razones lingüísticas y étnicas, el impedimento de usar la lengua materna durante los contactos, el proceso docente y la actividad cultural", dice el documento.

En los países bálticos continúa la discriminación de la población rusa en el otorgamiento de la ciudadanía, se hacen intentos de revisar el pasado histórico, de justificar a los colaboracionistas y de llamar "ocupación" la liberación contra la invasión nazi por las tropas soviéticas. Se cometen actos de vandalismo contra los conjuntos conmemorativos dedicados a la proeza que los combatientes soviéticos realizaron durante la II Guerra Mundial.

Las autoridades de Estonia, Letonia y Lituania estimulan el cierre de los medios, obstaculizan la actividad periodística, abren expediente penales y arrestan por manifestaciones en público, si su ideología difiere de la oficial.

Los rusos residentes en Letonia y Estonia no pueden recibir instrucción en su lengua natal ni usarla al dirigirse a las estructuras de poder, denuncia la Oficina de Derechos Humanos de Moscú y constata que tal proceder recibe apoyo y aprobación por parte de los países occidentales.

No menos serias son las infracciones que se registran en Ucrania, donde la política de discriminación y difamación de los rusos se aplica a nivel de Estado.

Según la Oficina de Derechos Humanos de Moscú, las violaciones de los derechos de la población rusa en Ucrania, con todos los signos de genocidio, deben recibir la respectiva evaluación jurídica por parte de la comunidad internacional.

Los derechos de los rusos son violados asimismo por la política de sanciones que los países de Occidente aplican contra Rusia.

Otra manifestación de las violaciones de los derechos de los rusos es la lucha de los políticos europeos contra el pasado histórico, la falsificación de la historia y los intentos de negar el papel rector de la Unión Soviética en la derrota del nazismo, lo que representa en sí un serio reto lanzado al derecho de los rusos a defender la verdad histórica, subraya la Oficina de Derechos Humanos de Moscú.