Vídeo: hambruna y plástico, ¿qué futuro les espera a las ballenas?

En las costas de varios países se pueden encontrar ballenas varadas que terminan muriendo por asfixia. En algunos casos, los humanos logran salvarlas. Sin embargo, en 2019 y 2020 murieron 388 ballenas por todo el mundo.

Las ballenas grises lideran la triste estadística. Sus cuerpos se encuentran en las costas de Canadá, México y Estados Unidos. Los científicos coinciden en que los cambios climáticos provocan cambios drásticos en la vida de los gigantes marinos.

La temperatura del agua del mar de Chukotka ha aumentado hasta ocho grados en un par de años, según el biólogo marino ruso Denís Litovka. El calentamiento abre paso a los peces amantes del calor, las aves, los mamíferos. Por este motivo, a las ballenas les faltan alimentos.

Litovka indicó que se observan señales alarmantes de agotamiento de las ballenas en las aguas del mar de Chukotka donde trabaja hace ya más de 20 años.

"Nuestros colegas en México y EEUU han iniciado un estudio especial que permite con ayuda de drones determinar la condición corporal, la gordura de las ballenas", reveló.

Las actividades humanas también afectan a los mamíferos en el océano y desencadenan su muerte.

Cada vez son más las ballenas que no solo sufren las consecuencias de los desechos grandes, sino que también quedan atrapadas en trampas de plástico. Además existe el problema del microplástico que está por todos lados.

Además de la contaminación química del océano, existe una contaminación acústica que afecta en gran medida a la ecolocalización y orientación de los cetáceos. Los gigantes marinos se pierden en el océano.

Desde 1986, la Comisión Ballenera Internacional ha prohibido la caza de ballenas. Solo la población autóctona de los pueblos costeros puede cazar ballenas. El reglamento excluye también las actividades comerciales. Cada país tiene sus cuotas de caza.

Por otro lado, se intensifica la competencia humana con los mamíferos marinos por los recursos. Esa fue una de las razones, además de la política, de la retirada de Japón de la Comisión Ballenera Internacional, indicó Litovka.

Se han registrado tasas de mortalidad catastróficas de mamíferos marinos en las costas de Asia, África, la India y América Latina. La competencia con el ser humano por los recursos pesqueros costeros tiene sus consecuencias, subrayó.

No obstante, existen poblaciones de ballenas que amplían su hábitat y aumentan su número. La cantidad de ballenas minke común se acerca a los 1,5 millones de especímenes.

En total, en el océano, viven unas 80 especies de cetáceos. Se calcula que podría haber entre ocho y 13 millones de estos gigantes viviendo en el planeta.

El 19 de febrero es el Día Mundial de la Protección de las Ballenas y los Mamíferos Marinos.