Frenar la peor crisis de Colombia en 100 años depende de vacunación contra COVID-19

La economía del país cafetero atraviesa la más fuerte crisis de los últimos 100 años, agudizada por la pandemia. Su recuperación, según varios expertos, depende del plan de vacunación, mientras el Gobierno cocina una reforma tributaria para gravar la canasta familiar, privilegia al sector financiero y su apuesta por la minería y el petróleo.

El 2021 se presenta para Colombia como un año de enormes retos y dificultades. Del plan de vacunación del Gobierno para enfrentar la pandemia que trajo el COVID-19 se trasluce que la llamada inmunidad del rebaño no se alcanzará en estos once meses, pues para junio sólo se habrá vacunado a un millón de los casi 50 que viven en el país. Un golpe de realidad que impacta en la proyección de la economía en una nación sumergida en la más profunda crisis que haya vivido en los últimos 100 años. 

Sputnik consultó a un grupo de destacados economistas para establecer cuáles son los principales retos para 2021 en materia económica:

El panorama es peor que el de la recesión de los años 30 y que la crisis provocada por la apertura comercial de 1999, con el agravante de que el país no podrá enfrentar esta crisis si no logra la vacunación de más de 35 millones de personas.

"Lo que todo el mundo espera es que se dé un proceso de reactivación, pero eso es un eslogan, es cualquier cosa. Porque la reactivación puede devolvernos al mismo punto en el que estábamos en 2019, que ya era muy malo", sostiene Mario Alejandro Valencia, economista y docente universitario que viene estudiando el comportamiento de la economía colombiana hace años. La tesis de Valencia es que en 2019 y principios de 2020 ya se asomaba una crisis mundial, que se profundizó con la pandemia, a niveles inéditos.

"En Colombia todo el mundo habla de la reactivación, pero no entiendo qué es eso, porque esto no puede ser volver a la situación de 2019. Entiendo por reactivación que la economía colombiana comenzará a crecer de manera sostenida y en actividades económicas que generen valor agregado, pero para esto se tendrían que hacer reformas económicas", agrega. 

Pero a juicio de Valencia, las reformas no se van a dar en este Gobierno porque su modelo apunta solo a la inversión extranjera en el sector minero y petrolero que solo extrae materias primas.

El Gobierno de Iván Duque debería hacer una serie de reformas para enfrentar la crisis de la economía: un ajuste fiscal y tributario, medidas para frenar el desempleo y para intervenir el sistema productivo. Más teniendo en cuenta que la deuda externa es de 150.505 millones de dólares, el 53,3% del Producto Interno Bruto (PIB).

¿Qué viene en materia tributaria?

La primera medida que el Gobierno va a impulsar es la denominada reforma tributaria. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, lo informó al cierre del 2020 y señaló que esta debía realizarse en el primer semestre de 2021. El asunto fue discutido durante la cumbre que el presidente Duque realizó con su gabinete a finales de enero. 

A juicio de Carrasquilla, el año anterior se hizo un mayor gasto público para hacerle frente a la pandemia, al tiempo que se presentó una reducción en el recaudo tributario. En Colombia declararon renta apenas 3.5 millones de personas, sobre 50 millones, y según dijo el ministro, la situación obliga a un ajuste en esta materia pues la situación fiscal requiere un recaudo de 20 billones de pesos (5.640 millones de dólares).  

María Fernanda Valdés, Ph.D en economía y coordinadora para la Fundación Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, advirtió que el riesgo es que esta reforma profundice la desigualdad en Colombia. "El déficit fiscal ha aumentado y estamos rondando el 9%, la deuda pública también ha crecido, y el riesgo de que a Colombia le bajen el grado de inversión hace que el Gobierno esté volcado a realizar una reforma tributaria", explica Valdés, para quien es una preocupación que la reforma apunte a crear impuestos para los más pobres.

"Lo que quiere el Gobierno es recaudar en dos sentidos: ampliando el IVA a la canasta familiar. La idea sería bajar la tasa del 19% al 16% pero ampliando a todos los productos. Pensar en recaudar de esa manera es cruel, porque no se tiene un sistema muy preciso de devolución de este impuesto. Y el otro, es bajar el rango en el que se empieza a declarar renta, para que la clase media también pague renta", detalla, no sin antes advertir que el principal reto de la reforma es que se ataje la crisis financiera sin profundizar las desigualdades, que de por sí son enormes en Colombia.

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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) February 2, 2021

​Para Valdés lo lógico sería una reforma progresiva en la que los más ricos sean los que se metan la mano al bolsillo. "El 50% del país va estar por debajo de la línea de pobreza, según proyecciones, entonces el reto es hacer un acuerdo fiscal en el que los más ricos sean quienes paguen más impuestos, reduciendo beneficios tributarios, porque hoy hay demasiados, que no sirven para nada y desfinancian al Estado", concluye la economista.

¿Cómo combatir el desempleo?

Una de las consecuencias más evidentes de 2020 fue el aumento del desempleo, que pasó de 10,5 % en 2019 a 15, 9% en 2020. Lo que se traduce en la pérdida de más de 2.444.000 puestos de trabajo. En cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 2019 se registraban 22.287.000 de personas ocupadas, mientras en diciembre de 2020 se identificaron 19.843.000 empleados. 

La estadística omite que 51 % de las personas ocupadas lo hace en empleos informales y que 88% de los trabajadores devenga menos de dos salarios mínimos diarios, es decir 17 dólares.

Frente a este panorama, Valencia observa que el Gobierno le apuesta a una recuperación por inercia, y que sin bien ha habido un leve repunte en las cifras de empleo, esto se debe a que el 51% de los nuevos ocupados son trabajadores por cuenta propia. 

"En mi casa pasan diez personas al día vendiendo aguacates. Desconozco cómo será el negocio de los aguacates, pero dudo mucho que la economía de estas personas se encuentre en buenas condiciones", dice.

Y añade: "las reformas requieren intervención del aparato productivo. La apuesta del Gobierno es que va a volver la inversión extranjera mediante el sector minero. El mundo piensa en descarbonización y nosotros apostándole a la minería, al carbón, al fracking. Y la otra apuesta es que los empresarios van a salir a pedir créditos y por cuenta de eso van a  reactivar la economía".

El Gobierno quiere reactivar la economía “saneando finanzas, y que la gente vaya a los bancos a pedirles créditos para comprar bienes”,  considera Valencia, y concluye con una preocupación: "Cuando empezó la pandemia las reservas internacionales de Colombia eran de 54.000 millones de dólares. ¿Cómo puede ser que en la peor crisis de la historia de Colombia estas reservas aumentaron en 4.000 millones? Es insólito que no haya echado mano de esto para aliviar la crisis mediante un préstamo del Estado al Banco de la República".

¿Y la pobreza?

Diego Guevara, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, observa que en materia de desigualdad y pobreza el país vive uno de los retos más grandes de su historia. 

"Antes de la pandemia celebrábamos que en la última década la pobreza disminuyó, pero no tanto la desigualdad. La pandemia hizo crecer brutalmente la pobreza y, seguramente, también la desigualdad. Los sectores que tienen concentrado el ingreso y la riqueza, por ejemplo el sector financiero, fue el único que creció en 2020, y el resto se estancaron", señala

Desde la perspectiva de Guevara, un reto grande que puede convertirse en tema de campaña política, es volver a poner la pobreza en una tendencia descendente. El problema, a juicio del profesor, es que la manera de enfrentarla es mediante cambios en el sistema tributario para que sea más equitativa la distribución de la riqueza. "La reforma tributaria está diseñada para tapar huecos, pero no creo que vaya a ser en el sentido de mejorar datos de desigualdad", agregó.

Según Guevara, al Gobierno de Duque le preocupa tener unas finanzas más sanas. Sus reformas son para cuadrar caja y seguir pagando la deuda pero no para promover mayor igualdad. 

"Las perspectivas de crecimiento son difíciles. De pronto el sector vivienda puede crecer, y el sector financiero, pero el resto están en la incertidumbre. La elección del Gobierno es sanear las finanzas", advierte, y agrega que los programas pueden ayudar a paliar las estadísticas de pobreza, pero no la desigualdad. "El asunto es cómo logramos una tributación progresiva que grave a sectores privilegiados, para avanzar hacia un crecimiento sin depender solo de materias primas, como el sector minero y petrolero", concluye.

El panorama económico de Colombia para este 2021 no es alentador. El plan de vacunación nacional, paso principal para la reactivación, no parece que vaya a finalizar este año; el Ejecutivo trata la peor crisis financiera de la historia con pañitos de agua tibia mientras planea una reforma tributaria que apretará a las clases menos favorecidas y profundiza una economía basada en el petróleo y la minería. 

Una apuesta que le da la espalda a la economía verde y a la reactivación del sector agrario, que podría ser una gran fortaleza. Todo esto mientras el sector financiero aumenta sus ganancias, a punta de la vida a crédito.