El Kremlin defiende la respuesta de fuerzas del orden ante "provocaciones" en protestas

MOSCÚ (Sputnik) — Las fuerzas del orden rusas dieron una respuesta contundente ante las provocaciones que tuvieron lugar en las protestas no autorizadas celebradas el 31 de enero en Rusia, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

"La Policía actúa con contundencia y en el marco de la ley ante las provocaciones", comentó Peskov el uso de la fuerza por parte de los agentes del orden durante las protestas.

El portavoz de la presidencia rusa apuntó que en las manifestaciones participaron "muchos gamberros y provocadores que se comportaban de manera más o menos agresiva respecto a los agentes del orden, lo que es inadmisible".

"Por ello, naturalmente, la Policía actúa y toma medidas necesarias", afirmó.

Preguntado, si el presidente ruso, Vladímir Putin, ha visto los vídeos en que se ven unas detenciones brutales de los participantes de las manifestaciones, con el uso de la fuerza física, pistolas paralizantes y porras, Peskov respondió que el mandatario ruso no tuvo la oportunidad de "ver todas esas grabaciones".

A la vez el portavoz del Kremlin llamó a "no evaluar de manera primitiva cada vídeo grabado en esas manifestaciones ilegales".

"No hay que evaluar las imágenes de las represalias respecto a una persona sin considerar qué es lo que provocó estas medidas brutales, cómo se comportaba esta persona 30 segundos antes", señaló.

Además, Peskov afirmó que nadie obstaculizó el trabajo de los periodistas durante las protestas no autorizadas en Rusia.

"Hablando en general, los periodistas trabajaron con total normalidad, tenían chalecos de identificación, nadie obstaculizaba su trabajo", dijo Peskov a la prensa. 

Según comentó a Sputnik el jefe de la Unión de Periodistas de Rusia, Vladímir Soloviov, para las 19.00 del 31 de enero unos 60 periodistas habían sido detenidos durante las acciones de protesta no autorizadas en todo el país.

Rechazo de las declaraciones de EEUU

El Gobierno de Rusia desestimó el pronunciamiento de Estados Unidos sobre las manifestaciones no autorizadas.

"En cuanto a las declaraciones de los estadounidenses sobre nuestro país y sobre los actos ilegales llevados a cabo en nuestro país, reitero que no tenemos la intención de tomar en cuenta las declaraciones de los estadounidenses sobre ese asunto", dijo el portavoz del Kremlin.

El 31 de enero, la secretaria de prensa de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, Rebecca Ross, tras las detenciones antes y durante las movilizaciones no autorizadas en Rusia, llamó a observar las normas internacionales.

Peskov remarcó que el 31 de enero fue difícil para muchos países europeos donde tuvieron lugar actos ilegales.

"Aquí no estaría demás recordar que todo acto está prohibido en la mayoría de los países de Europa (...) El domingo fue un día nada tranquilo para las fuerzas de seguridad de muchos Estados europeos, tuvieron que esforzarse para garantizar el orden y la seguridad sanitaria de los ciudadanos", subrayó.

En Bélgica, la Policía, según algunos medios, arrestó a unos 300 manifestantes que reclamaban contra las restricciones por el coronavirus. En la capital de Austria miles de personas salieron a la calle para protestar por las limitaciones impuestas debido a la pandemia. Países Bajos vivió una jornada de protestas contra el toque de queda.

El 31 de enero, en un centenar de ciudades rusas se celebraron protestas no autorizadas convocadas por los partidarios del bloguero opositor ruso Alexéi Navalni, por segundo fin de semana consecutivo.

Alexéi Navalni fue arrestado el 17 de enero en un aeropuerto de Moscú cuando regresaba de Alemania.

Navalni permaneció en el país europeo desde finales de agosto de 2020 tras un supuesto envenenamiento con una sustancia tóxica, según las autoridades alemanas. Sin embargo, Moscú rechaza esta versión y la considera infundada. Además, pidió a Berlín que le entregue las pruebas correspondientes.

El 18 de enero la Justicia rusa condenó al opositor a 30 días de prisión preventiva.

Según el Servicio Penitenciario Federal, Navalni fue detenido por múltiples violaciones de su libertad condicional, y fue declarado en busca y captura en Rusia el 29 de diciembre de 2020.

A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra la empresa de productos de belleza Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de la maderera Kirovles. El bloguero opositor rechaza todas las acusaciones en su contra y las considera políticamente motivadas.