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Israel y la vacuna anti-COVID-19, ¿un gran experimento?

© REUTERS / Dado RuvicVacuna anti-COVID-19 de Pfizer
Vacuna anti-COVID-19 de Pfizer - Sputnik Mundo
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Israel es el país que más vacuna per cápita del mundo. Una de las claves de la rapidez y amplitud de la campaña de vacunación es el contrato firmado con la farmacéutica Pfizer, en el que intercambia vacunas por datos de sus vacunados. El dilema es si Israel está siendo un gran ensayo clínico y si lo es, ¿no debería su población aprobarlo?
El 23 de diciembre Israel comenzó su campaña de vacunación masiva, recibiendo cargamentos primero de vacunas de Pfizer BioNTech y después de Moderna. A día de hoy, más de dos millones de israelíes han sido inoculados con la primera dosis y más de 400.000 con la segunda y final.
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¿Campaña de vacunación o ensayo clínico gigante?

"Un estudio crea una conexión y por lo tanto diseña la responsabilidad de los "investigadores" hacia los "participantes del estudio". Según lo que parece, este acuerdo es, en realidad, un proyecto de investigación", señaló la investigadora del Instituto Israelí de la Democracia, Tehilla Schwartz Altshuler a Sputnik.
"Sin embargo, el Gobierno israelí no siguió el protocolo necesario, no presentó permisos del Comité de Helsinki ni de los ciudadanos, cuyos datos serán compartidos", agregó.
Schwartz Altshuler dijo que el acuerdo firmado entre Israel y Pfizer es uno de los más extensos realizados en humanos en el siglo XXI, y que el tesoro de datos que Israel proporciona estará disponible para investigaciones científicas en el resto del mundo.
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La Asociación Médica Mundial (AMM) promulgó la Declaración de Helsinki como una propuesta de principios éticos para la investigación médica en seres humanos, y es el comité de Helsinki el que tendrá que valorar qué es ensayo clínico, esto es, experimentación humana, y qué no.
Si dicho comité determina que la campaña de vacunación masiva en Israel es un ensayo clínico y que, como tal, debería haber recibido la aprobación explícita de ese comité y la aprobación de los sujetos del ensayo, es decir, toda la población israelí, estaríamos en un problema.

Qué datos se comparten

El Ministerio de Sanidad de Israel publicó este domingo 17 una copia de un contrato de 14 páginas que había firmado con la farmacéutica Pfizer para el intercambio de datos médicos públicos a cambio del rápido suministro de vacunas contra el COVID-19.
El acuerdo fue criticado por los activistas de derechos de privacidad que afirmaban que Israel estaba compartiendo información médica personal sin obtener el permiso de los participantes. Sin embargo, las autoridades sanitarias dicen que solo se compartirán los datos disponibles públicamente y de manera anónima.
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La cláusula 2.1 del contrato de Israel-Pfizer dice que el objetivo del proyecto es "medir y analizar los datos epidemiológicos que surgen del lanzamiento del producto para determinar si se logra la inmunidad colectiva después de alcanzar un cierto porcentaje de cobertura de vacunación en Israel", y según la investigadora Schwartz Altshuler, quien también es analista legal, esto demuestra claramente que se trata de una investigación. Es más, de una colaboración para la investigación.
Y agregó que, al igual que todos los acuerdos de investigación médica que hacen referencias a "términos y rescisiones" que incluyen procedimientos de seguridad, este acuerdo también lo hace.
A su entender, este punto solo refuerza el hecho de que se trata de un proyecto de investigación masivo y no necesariamente consentido. La cláusula 4.2.3, por ejemplo, dice que "cualquiera de las partes puede rescindir el acuerdo si alguna de las partes determina que es científicamente inútil".
Ahora solo queda esperar el veredicto del Comité de Helsinki.
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