Perdió una pierna por falta de atención: un relato sobre la indefensión de las víctimas del tránsito en la CDMX

Un joven trabajador independiente perdió una pierna tras sufrir un siniestro de tránsito en la capital mexicana, debido a la falta de atención oportuna. Sputnik te presenta este doloroso caso para comprender la indefensión en que quedan estas víctimas.

Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en el año 2019, se registraron más de 10.000 accidentes de tránsito en la Ciudad de México. En particular se ha disparado durante la pandemia la violencia vial contra los ciclistas.

Su familia relató a Sputnik que aunque Mario venía transitando por el carril exclusivo de transporte, que también es el espacio destinado para las bicicletas.

"Mario nos relató cómo el conductor del autobús venía rebasándolo muy de cerca, pegado a él, como si no le importara que pudiera hacerle daño, como si buscara intimidarlo", explicó su familia en diálogo con este medio.

Al llegar a un desnivel que la calle Eulalia Guzmán tiene en el cruce referido, el autobús con placas 0012514 se abrió primero del carril correspondiente y cuando volvió al mismo, tiró a Mario de su bicicleta y le aplastó la pierna derecha.

Para cuando su familia llegó al lugar, la policía había llamado a una ambulancia particular, las cuales tiene altas tarifas que corren a cuenta de la persona accidentada. Ese día, lo llevaron de urgencia al Hospital La Villa, dónde le hicieron dos operaciones, una de ellas de ortopedia en la pierna dañada.

Tras más de siete horas de cirugía, el primer parte médico indicó a su familia que la circulación de la pierna estaba volviendo al pie lentamente, aunque esa mejoría no duró mucho tiempo.

Pelear por atención

Aunque el accidente hará que días más tarde deba finalmente amputarse su pierna lastimada, el Ministerio Público que atendió el caso catalogó que las lesiones sufridas por Mario se curaban en un plazo de entre 15 a 60 días, por lo que el conductor de la unidad fue liberado a las 48 horas del siniestro.

Lo más difícil, relatan, fue que Copesi asumiera por medio de su seguro médico el tratamiento urgente que Mario necesitaba y que podría haber salvado su pierna.

"El día del accidente llegó una persona de parte de la empresa de transporte, la cual pedía que se le otorgase el perdón al conductor de la unidad como condición para hacerse cargo de los costos de su atención en un Hospital privado", explicó su familia a Sputnik.

Ante la falta de atención oportuna, según los parientes de Mario, en el hospital dónde fue trasladado, su familia buscó que le realizaran por su cuenta los análisis necesarios, como un estudio doppler y también, optaron por una segunda opinión médica, previo a la amputación.

"En el hospital tardaron dos días en decirnos que tenían que volver a operarlo para amputar su pierna, hasta entonces nos recibió el director del Hospital La Valle. En la segunda valoración que hicimos, nos dijeron que si se hubiera tratado correctamente en las primeras ocho horas, se podría haber salvado su pierna", explicó su familia.

Sin embargo, sólo después que otros ciclistas se manifestaron públicamente en el sitio del accidente, así como en una marcha hacia la sede de la Secretaría de Movilidad capitalina (Semovi), la familia logró que fluyera el recurso económico para la atención que Mario requería.

"Como la empresa no pagaba, en el hospital nos amenazaban con sacarlo de la internación y que iba a ser nuestra responsabilidad, pero nosotros tampoco teníamos el dinero para pagar un depósito de 100.000 pesos requerido para la última cirugía", explicó su familia.

En la carpeta de investigación judicial que fue abierta por el accidente, el policía que llegó como primer respondiente al siniestro, declaró que el conductor de la unidad de transporte pretendió darse a la fuga tras el accidente, y que los propios pasajeros que iban a bordo lo hicieron regresar a la unidad y esperar a la policía.

Aunque el primer diagnóstico de la ambulancia privada que atendió a Mario indicó que había sufrido una fractura de fémur, el agente del Ministerio Público que atendió judicialmente el caso, catalogó que la herida sufrida no era grave, por lo que el conductor del autobús que había sido detenido, fue liberado.

Por su parte, los representantes de la empresa causante del accidente aportaron al regañadientes parte del dinero requerido, les indicaron a la familia que lo hacían "de buena fé" y no porque estuviesen asumiendo un pago por la indemnización correspondiente por haberle cambiado para siempre la vida a un joven trabajador.

Aunque la familia ha tenido reuniones con el titular de Semovi, Andrés Lajous, les argumentó que la Secretaría no puede hacerse responsable de los hechos, salvo contactarlos con los Centros de atención a víctimas disponibles.

"En la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México nos dijeron que las lesiones iban a reclasificarse para que tuvieran más peso debido a lo sucedido, pero al no haber una persona detenida, tenemos que esperar a que suceda la primera audiencia porque ellos no lo toman como un caso urgente", concluyeron sus familiares.