Los pescaderos británicos piden cambios en el acuerdo del Brexit

LONDRES (Sputnik) — El sector pesquero británico se siente traicionado con el acuerdo del Brexit, que ha llevado al colapso de las exportaciones a la Unión Europea desde el 1 de enero, pero el primer ministro Boris Johnson sostiene que son "dificultades pasajeras" exacerbadas por la crisis del coronavirus.

La industria ganó esta semana un primer pulso al Gobierno. Tras la acción directa de una veintena de transportistas, Johnson garantizó un paquete económico adicional, estimado en 23 millones de libras (unos 25 millones de euros), para indemnizar a las empresas afectadas por los problemas fronterizos. Las capturas de pescado y mariscos no llegan o arriban con retraso a los mercados comunitarios desde la entrada en vigor del Acuerdo Comercial y de Cooperación de la Unión Europa y el Reino Unido, el 1 de enero.

"La incompetencia del Gobierno está arruinando la industria del marisco". La denuncia se leía en varios camiones que invadieron el distrito político de Londres el 18 de enero. Los conductores detuvieron sus vehículos pesados ante la residencia del primer ministro, en Downing Street, dieron vueltas a la Plaza del Parlamento y no causaron graves atascos de tráfico porque el centro de la capital británica está casi vacío debido a las restricciones del COVID-19.

Mentiras y excusas

La protesta de los exportadores de pescado surtió un efecto parcial. El sector se siente engañado por el pacto del pos-Brexit, que retiene el acceso de pesqueros europeos a caladeros británicos e introduce costosas trabas burocráticas en el comercio transfronterizo. Johnson, sin embargo, rechazó las denuncias sobre "falsedades" y "promesas incumplidas" desde la campaña del Brexit y la negociación con la UE e, incluso, culpó a los exportadores y la crisis de la pandemia del desastre mercantil de las últimas semanas.

"Los problemas son dificultades iniciales, la gente no está rellenando bien los formularios y está confusa", dijo el primer ministro, hurgando en la herida del colectivo pesquero. A su vez, las asociaciones gremiales y mercantiles echan en falta un periodo de rodaje del nuevo procedimiento de aduanas, denuncian fallos en el sistema informático oficial y piden al Gobierno que negocie flexibilidad y un "toque ligero" en el control del papeleo e inspección de mercancías con destino a la UE.

"No son meras cuestiones iniciales y las consecuencias de los problemas serán catastróficas para las vidas de los pescadores, las ciudades pesqueras y toda la industria del marisco", respondió en un comunicado D.R. Collin and Son, firma escocesa que participó en la protesta de Londres.

Más burocracia

Transportistas consultados por Sputnik coinciden en que hay un "atasco burocrático" para salir del Reino Unido. "Los británicos no están preparados. Falta información y metodología para hacer la declaración de aduanas. El sistema informático requiere mucha documentación y eso lleva tiempo, induce a errores y a retrasos importantes", señala Alberto Abelza, encargado de exportaciones en Capitrans, empresa española que suministra verdura, fruta y otros productos a cadenas de supermercados británicos. Mueve 200 camiones por semana, pero, el 70% está regresando sin carga para evitar los trámites aduaneros al entrar en la UE con importaciones del Reino Unido.

🇬🇧 La reina de los cuervos de la Torre de Londres está desaparecida. Según la leyenda, si la cantidad de cuervos es menos de seis significaría la perdición del reino 👇https://t.co/5CH9TjRTMX

— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) January 17, 2021

Las demoras en la salida de Gran Bretaña amenazan con hundir la industria pesquera nacional. Un tercio de la flota escocesa se quedó en puerto en las últimas semanas debido al bloqueo de la ruta habitual hasta el mercado de Boulogne sur Mer, en la costa francesa. Otros barcos descargaron sus capturas en Dinamarca, que es miembro de la UE y, por tanto, libre de los controles del Brexit.

"Esperábamos las oportunidades prometidas, pero, en cambio, han colapsado los precios y el volumen de descargas en puertos británicos. Eso significa que muchos pesqueros están amarrados en puerto o ya no descargan directamente en muelles británicos", denunció Mark Simmonds, director de política de la Asociación de Puertos Británicos.

Flexibilidad y pragmatismo

La organización escribió al Ejecutivo conservador pidiendo ayuda económica, mejores servicios de información y un incremento del personal sanitario responsable de revisar los envíos de pescado y marisco al continente europeo. Y, ante todo, reclama a Johnson que negocie con Francia "un enfoque pragmático en el cumplimiento" de las normas del acuerdo comercial para poder recuperar el flujo regular transfronterizo de los productos perecederos.

Las empresas de transporte y mensajería cortaron sus rutas con la UE debido al caos administrativo desde que concluyó la transición del Brexit, en Año Nuevo. "Suspendimos este tipo de servicio para eliminar los atascos, resolver problemas con los sistemas tecnológicos y formar a más empleados para que puedan ayudar a nuestros clientes con la documentación correcta de aduanas", señaló a Sputnik una portavoz de DFDS, compañía que gestiona las exportaciones a Francia de muchos pescadores escoceses. Prevé reanudar la actividad esta semana con un plazo de entrega de 72 horas, en vez de las 24 horas habituales antes de Brexit.

El precio de la caja de ostras, centollos, vieiras o langostinos pescados baja cuanto más tarda en llegar a su destino. Pero Johnson achaca el hundimiento del mercado al impacto de la pandemia de coronavirus.

"Por desgracia, la demanda de los restaurantes del continente de nuestro pescado no es igual que antes de la pandemia porque muchos llevan tiempo cerrados y eso es un problema que todos tratamos de resolver", dijo mientras los transportistas aireaban su rabia por las avenidas de Westminster. El primer ministro prometió ayudar a las empresas que estén perdiendo ingresos "sin que sea su culpa".