Fiscal general condena amenazas violentas a medios por cubrir asalto al Capitolio de EEUU

WASHIGTON (Sputnik) — Las amenazas de violencia contra los medios de comunicación que cubrieron el asalto al Capitolio de Estados Unidos la semana pasada están condenadas y no serán toleradas, dijo el fiscal federal interino para Washington D.C, Michael Sherwin, en un comunicado.

"La Fiscalía de Estados Unidos para el Distrito de Columbia tiene conocimiento de informes de violencia, incluidos agresiones, amenazas y daños a la propiedad, contra miembros de la prensa mientras cubrían los eventos que se desarrollaban en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero. Esa violencia no será tolerada", dijo el fiscal en el texto.

Sherwin añadió que el Gobierno federal de Estados Unidos sigue comprometido a enjuiciar y responsabilizar a cualquiera que amenazara con violencia a los medios, poniendo en peligro los derechos de la Primera Enmienda.

"Estamos decididamente comprometidos con la defensa de las libertades garantizadas por la Primera Enmienda, incluida la expresión, la reunión pacífica y la prensa, e investigaremos, enjuiciaremos y responsabilizaremos a cualquiera que intente obstruir o restringir estas libertades mediante la violencia o la intimidación", agrega la declaración.

La Oficina del Fiscal General de EEUU invita a los miembros de la prensa a informar sobre cualquier caso en el que un reportero, periodista, fotógrafo, camarógrafo u otro trabajador de los medios de difusión haya sido víctima de una agresión, amenaza o daño a la propiedad durante los eventos del 6 de enero, dice el comunicado.

El 6 de enero partidarios del presidente Donald Trump tomaron por asalto la sede del Congreso, se enfrentaron con la Policía, lograron ingresar a los pasillos de las cámaras e incluso a los despachos de algunos legisladores.

Los atacantes intentaban detener una sesión en la que se estaban certificando los votos del Colegio Electoral sobre las elecciones del 3 de noviembre, que dieron la victoria a Joe Biden.

Los disturbios dejaron cinco muertos y decenas de heridos y obligaron a suspender el acto de certificación durante varias horas.