Vista de los Alpes Chuyas en el macizo de Altái, Altái, Rusia
Foto: CC BY-SA 4.0 / Alexander Leschonok
Se trata de la república de Altái y la región de Altái, que se ubican en el sur de Siberia, en la frontera con China, Mongolia y Kazajistán.
La república de Altái, a propósito, es el lugar donde yace una de las cordilleras más altas de Siberia que tiene el mismo nombre.
El territorio de la república está repleto de ríos, montañas, campos y bosques que se formaron en los tiempos prehistóricos y no han cambiado mucho desde entonces.
Seguramente las montañas son la principal atracción turística. La más alta es Beluja, de 4.509 metros, ubicada justo en la frontera entre Kazajistán y la Federación de Rusia. Es el punto más alto de toda Siberia. Beluja pertenece a los montes Altái.
Pero esta sierra no es la única que atraviesa el territorio de las dos regiones de Altái: en la región —el krái— de Altái también se ubican los montes Sayanes. Las dos sierras se destacan por sus paisajes.
El clima es heterogéneo y difiere según las zonas geográficas. En la región de Altái el clima es relativamente templado, pero en ciertas zonas prevalece el clima continental que se forma a causa de la llegada de las masas del aire desde el océano Atlántico, las zonas árticas, Siberia del Este y Asia Central. En general, el clima en la región de Altái es más moderado teniendo en cuenta que allí hay menos montañas.
La temperatura promedio anual en las llanuras alcanza los 5° C, lo que es un récord absoluto para Siberia: es la temperatura promedio anual más alta de toda la región. Entretanto, en las montañas la temperatura promedio es de −6°C.
La superficie de la región de Altái es de 168.000 kilómetros cuadrados, mientras que la superficie de la república de Altái es de 92.900 kilómetros cuadrados. Juntos estos dos sujetos federales de Rusia ocupan un territorio de 260.000 kilómetros cuadrados, que es comparable con la superficie de Ecuador —que tiene 255.000 kilómetros cuadrados de superficie—.
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Según las crónicas de la antigua China, ese estado fue fundado por los dinglings. Sin embargo, ya en el año 201 antes de era común el Estado de Dingling fue destruido por los pueblos nómadas xiongnu.
Tras la caída de Dingling, la zona que actualmente corresponde a las regiones rusas de Altái vio la llegada de las tribus de kirguises de Yeniséi —no confundir con los kirguises contemporáneos—. Altái, por cierto, es considerada como la región donde se originaron las lenguas túrquicas, si bien esta teoría no es universalmente aceptada por los científicos que se especializan en la lingüística.
A partir de 1206 Altái pasó a formar parte del Imperio mongol. Después de la disolución del Estado unido mongol, esta zona fue parte de diferentes estados.
El Imperio ruso aprovechó los recursos naturales de la zona: sus bosques, tierras fértiles, y construyó fábricas y minas sentando bases para la industria en Altái.
La exploración y la gestión de la industria de la zona fue controlada desde la capital imperial, San Petersburgo. A finales del siglo XIX el territorio de los actuales sujetos federales de Altái formaba parte de la gobernación de Tomsk.
Con el paso del tiempo, la industria agraria empezó a dominar la economía de esa zona. Además de la producción de cereales —trigo, avena, centeno— se cultivaban patatas y, también la apicultura empezó a cobrar importancia en la configuración industrial de la región. La miel de Altái es una de las más famosas variedades de miel en Rusia.
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A finales del siglo XIX el Transiberiano atravesó el territorio de Altái y de esta manera se creó una conexión rápida y directa con otros centros industriales en los Urales y en la parte europea del Imperio. Precisamente en esa época estos territorios tuvieron un aumento drástico en el número de habitantes.
Esto se hizo posible gracias al desarrollo pleno de esta zona por las autoridades rusas. Es importante recalcar que la zona de la región de Altái siempre fue más desarrollada que el territorio que corresponde hoy a la república homónima.
Tras la Revolución Rusa de 1917 y la consecuente guerra civil rusa los soviets asumieron el poder en Altái. Esta zona pasó a formar parte de la Rusia socialista.
La Gran Guerra Patria —el nombre que se le da en Rusia a la guerra que libró la URSS contra la Alemania nazi— ocasionó la alteración de la configuración industrial de Altái.
Los habitantes de esa zona trabajaron arduamente en aras de la victoria sobre los invasores nazis. En 1991 la Región Autónoma de Gorno-Altái se convirtió en una región separada del resto del krái de Altái. Este nuevo sujeto federal pasó a ser conocido como la República de Altái.
Con la disolución de la URSS la economía de ambos sujetos federales de Altái entró en una crisis profunda y logró recuperarse paulatinamente en la década de 2010. Hoy en día Altái no es la principal zona industrial de Rusia, aunque está en camino de recuperar su antigua gloria económica.
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Otros grupos étnicos representan el 3% de la población. La ciudad más grande de la región —krái— de Altái es Barnaúl, un importante centro industrial, comercial, político y cultural de Siberia donde viven 632.000 personas.
Otras dos ciudades importantes del krái son Bisk y Rubtsovsk. Bisk a menudo es llamada "la puerta de las montañas Altái" debido a su ubicación cerca de dicha sierra. La ciudad cuenta con una arquitectura única y alberga 210.000 habitantes.
Rubtsovsk cuenta con 142.000 habitantes y antes de la disolución de la URSS fue un importante centro de la industria de maquinarias de Siberia del Este. La densidad de la población en la región de Altái es 13,69 personas por kilómetro cuadrado.
No obstante, tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial la autonomía fue disuelta y los alemanes de la URSS, reubicados a Siberia y Asia Central. Hoy en día los alemanes que viven en el krái de Altái gozan de su propio Distrito Nacional con el centro administrativo en Halbstadt.
En la república de Altái viven 220.000 habitantes, diez veces menos que en la región homónima: esto se debe a condiciones geográficas y climáticas más difíciles. Los rusos representan el 56,6% de la población de la república, mientras que el pueblo autóctono de la zona, los altáis, representan el 33,9%. Los kazajos son la principal minoría de la república y representan el 6,2% de la población.
La ciudad más grande y el principal centro político y social de la república de Altái es Gorno-Altaisk, que cuenta con 65.000 habitantes. Una de las industrias más desarrolladas de la república es el turismo: alrededor de un millón de turistas la visitan para respirar el aire de su naturaleza prístina.
La república de Altái está muy escasamente poblada: la densidad en ese sujeto federal es de 2,38 personas por kilómetro cuadrado.
En el krái de Altái el idioma oficial es el ruso, mientras que en la república de Altái los idiomas oficiales son el ruso y el altái. El idioma kazajo también se usa plenamente en las zonas de la república donde los kazajos representan una parte considerable de la población.
En la región de Altái coexisten diferentes comunidades religiosas. La mayor parte de la población en el krái profesa el cristianismo ortodoxo. Al mismo tiempo, en ese sujeto federal también existen grandes comunidades de católicos y luteranos.
En la república de Altái la mayoría —los rusos— también profesa el cristianismo ortodoxo, pero también hay minorías religiosas. Los pueblos autóctonos —como, por ejemplo, los altáis— profesan el tengrianismo, el chamanismo y el burjanismo.

Fotos: Alexandra Bondarenko, Sputnik, Wikimedia Commons
Texto y diseño: Denis Lukyanov