Bolivia revisa metas y proyecta caída de 8,4% del PIB en 2020

LA PAZ (Sputnik) — El Gobierno de Bolivia informó que revisó sus proyecciones macreconómicas para 2020 de nuevo a la baja, apuntando a una caída de 8,4% del Producto Interno Bruto (PIB), al poner en marcha un plan monetario y fiscal de impulso a una agresiva reactivación.

"El Gobierno constitucionalmente electo, al mando del presidente Luis Arce, profundizará la implementación del 'Modelo económico social comunitario productivo', por lo que la población tendrá la certeza de que se reconstruirá la economía boliviana", dijo el presidente del Banco Central (BCB), Edwin Rojas.

El ejecutivo hizo la declaración tras firmar con el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, la segunda revisión del Programa Financiero 2020 que define metas y medidas monetarias, fiscales y cambiarias para lo que resta de este año con proyección a 2021.

Rojas destacó que la nueva proyección de la contracción de la economía, de 8,4%, es mayor que la que meta revisada en septiembre por el pasado Gobierno transitorio de Jeanine Áñez, de 6,2%, aunque inferior a la que se había acumulado realmente en el primer semestre de 11,1%.

El programa reajustado prevé que Bolivia acumulará este año una inflación minorista de 1,1%, frente al 1,7% pronosticado por la anterior administración, y que cerrará la gestión con un déficit fiscal de 12,3%.

Reactivación

Rojas indicó que la política monetaria inmediata tendrá "una orientación expansiva, buscando que a partir de la fecha se mejore sustancialmente la actividad económica y se contribuya al desarrollo económico y social, preservando la estabilidad macroeconómica".

El BCB dijo en un informe, que acompañó al Programa Financiero, que el objetivo económico del Gobierno de Arce es retomar el modelo de fuertes inversiones públicas, incentivo de la demanda interna y redistribución de la riqueza que permitió a Bolivia liderar el crecimiento económico regional en años recientes.

El informe remarcó que Áñez provocó "un descalabro económico como consecuencia de una deficiente administración gubernamental, por cuanto priorizó la reducción del déficit fiscal, paralizando la inversión pública en un momento en el que había la necesidad de políticas expansivas para contrarrestar los efectos de la pandemia".

Además, la liberación de exportaciones provocó dificultades de abastecimiento interno de productos básicos y un confinamiento total sin planificación causó la caída de ingresos familiares y el aumento del desempleo hasta el 12%.

"El Gobierno transitorio asumió metas macroeconómicas que no van acorde con la realidad del país, además de subestimar la caída de la actividad económica. Es en ese contexto que se revisaron las proyecciones de las principales variables macroeconómicas para brindar certidumbre a la población boliviana", añadió el informe.

Montenegro dijo en el acto que Arce heredó "una economía en grave crisis", como consecuencia tanto del fallido intento de implementación de un modelo neoliberal como de un mal manejo de la pandemia de COVID-19, que atribuyó al Gobierno transitorio de Áñez.

Estos hechos interrumpieron el ciclo de 14 años de crecimiento económico sostenido que había permitido a Bolivia reducir drásticamente la extrema pobreza e iniciar un proceso de industrialización, afirmó.

En 2019, la economía boliviana creció 2,22%, ya en fuerte caída en comparación con la pasada década, según informes oficiales.