Venezuela: "Si Biden quiere seguir con el objetivo de sacar a Maduro, necesita un cambio táctico"

Más de 14.400 personas buscarán acceder a uno de los 277 escaños disponibles en la Asamblea Nacional, con un boicot a la elección declarado por la oposición liderada por el diputado Juan Guaidó. Sin embargo, participarán 107 agrupaciones políticas entre oficialistas y opositoras.

Del total de agrupaciones, 36 tienen alcance nacional, mientras que el resto corresponde a partidos locales, regionales o con representación únicamente en una zona determinada.

"Está en juego la naturaleza del conflicto en Venezuela: si se va a seguir con este intento de Gobierno paralelo, interino y bloqueo económico, o si se va a apostar por una resolución democrática del conflicto", dijo a Sputnik el periodista y sociólogo argentino Marco Teruggi, radicado en Venezuela.

"Ahí va a estar un tema central: quién obtiene la mayoría en la Asamblea Nacional y cuánta gente participará el domingo", agregó. En un país donde el voto no es obligatorio, y con afluencia menor en comicios legislativos que presidenciales, la apuesta de los partidos que se auto excluyeron es que la asistencia sea baja.

Por el contrario, el Gobierno de Nicolás Maduro —que va las urnas bajo el lema "Gran Polo Patriótico"— y los partidos de la oposición que presentan candidatos, esperan que la participación sea la mayor posible. Como dato más cercano están los comicios de 2018, cuando el mandatario fue reelecto y la participación ciudadana superó apenas 46%.

"El dato principal es que además del chavismo, del Gobierno (...) hay un sector importante de la oposición que se va presentar y que ha hecho movilizaciones importantes, por ejemplo en el interior del país", destacó el entrevistado.

Para agregar sazón a una coyuntura ya de por sí compleja, Maduro aseguró que acepta el desafío de que el domingo 6 se convierta en un plebiscito sobre su gestión. Por lo tanto, si la oposición vuelve a ganar la mayoría parlamentaria como en 2015, abandonará la presidencia.

"Lo dijo en tres oportunidades en los últimos tres días. Creo que tiene que ver con el tema de la participación, de llamar a la gente a votar", afirmó el entrevistado.

Venezuela, capital mundial

"Es una contienda saboteada explícitamente por parte de Washington, que en los últimos meses ha desplegado una gran política internacional, diplomática y mediática para intentar deslegitimar la elección del 6 de diciembre. Esto hace que la Unión Europea no la reconozca y algunos Gobiernos de derecha de América Latina tampoco", indicó Teruggi.

La situación en Venezuela se ha convertido en los últimos años en uno de los centros de disputa internacional.

Varias potencias respaldan al actual Gobierno y anunciaron que reconocen las elecciones del domingo y sus resultados. Entre ellas Rusia, cuyo canciller, Serguéi Lavrov, anunció el envío de observadores para transmitir una visión objetiva de lo que pase en la instancia.

Lo mismo pasará con China, Irán, Turquía o Sudáfrica. En tanto, en el plano regional tienen esta misma posición México, Argentina, Nicaragua, Cuba y Bolivia, entre otros.

"Con el apoyo de grandes potencias más la reconstrucción latinoamericana, Venezuela está saliendo de un punto muy difícil", opinó el periodista.

"Hace un año esto era muy difícil, estaba el golpe en Bolivia, había una ofensiva muy fuerte de la derecha, que va a intentar un contraataque cuando pueda. Pero en este momento no se ve con la fortaleza que tenía tiempo atrás", resumió el experto sobre lo que considera un incipiente cambio de rumbo ideológico en la región.

La región se equilibra

Desde su perspectiva, Teruggi señaló que "hubo un inicio de siglo XXI con un gran avance de procesos progresistas y de izquierda en América Latina. Y luego una contraofensiva de las fuerzas de derecha, muy fuerte, con una máxima expresión en Venezuela pero con gran despliegue de persecución mediática y judicial en muchos países".

Como ejemplos citó lo que pasó en Argentina entre 2015 y 2019 bajo el Gobierno de Mauricio Macri y lo que está pasando en Ecuador, donde en febrero de 2021 el proyecto político del exmandatario Rafael Correa volverá a disputar las presidenciales.

En esos dos países, pero también en Chile, Perú y Colombia, se llegó "incluso a la militarización de la protesta social, y ahora hay una suerte de escenario en disputa".

En este frente se producirá un factor clave a la hora de proyectar las relaciones internacionales en todos los países, como lo es un cambio de mando en EEUU, previsto para el 20 de enero con la llegada de Joe Biden al poder.

"Si Biden quiere seguir con el mismo objetivo de sacar a Maduro, sí o sí necesita un cambio táctico, flexibilizar su política y dejar esta lógica de máxima presión, de bloqueo económico que finalmente genera un daño muy grande a la población, a la economía, pero que para cambiar de Gobierno no da resultado", aseguró Teruggi.