El actual alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, aliado del presidente Jair Bolsonaro, no repetirá al frente del cargo en los próximos cuatro años, según decidieron los cariocas en las elecciones municipales.
Con más del 87%, el Tribunal Superior Electoral informó que Crivella obtuvo apenas el 35,49% de los votos, frente al ex alcalde Eduardo Paes, que se hizo con el 64,41% de apoyos.
Al perder la alcaldía, Bolsonaro pierde a uno de sus principales aliados en el campo conservador, precisamente en feudo electoral, ya que Río de Janeiro fue clave en el ascenso del 'bolsonarismo'.
Según las encuestas divulgadas en los últimos días, de todos los segmentos de población analizados, Crivella tan sólo era el favorito entre los votantes evangélicos.
Le sucederá en el cargo Paes, que ya fue alcalde de la ciudad entre 2009 y 2016, los años de preparación para la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos, que dejaron grandes obras y mejoras en la ciudad pero también graves escándalos de corrupción.
Paes, que pertenece al partido de centro-derecha Demócratas, basó su campaña en su experiencia como gestor y en las promesas para que Río "vuelva a funcionar" tras los cuatro años de abandono de Crivella.
La ciudad brasileña de Fortaleza (noreste) estará gobernada los próximos cuatro años por el progresista José Sarto, que se impuso al bolsonarista Capitán Wagner en las elecciones municipales.
Con 2,7 millones de habitantes, Fortaleza es la quinta mayor ciudad de Brasil y una de las principales de la región noreste del país.
Sarto, que pertenece al Partido Democrático Laborista (PDT en su sigla en portugués), es un político de larga trayectoria, y consiguió unir a todos los partidos progresistas y de centro contra el candidato apoyado por el presidente Jair Bolsonaro.
El actual alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas (del Partido de la Social Democracia Brasileña, PSDB, de centro-derecha) repetirá como alcalde los próximos cuatro años.
El balotaje de las elecciones municipales celebradas el 30 de noviembre en Brasil le confirmó como ganador con un 59,4% de los votos frente a Guilherme Boulos (del izquierdista Partido Socialismo y Libertad, PSOL), con el 40,5%, según el resultado divulgado por el Tribunal Superior Electoral.
No obstante, el 'sprint' de Boulos, hasta hace poco líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) queda como una de las marcas de estas elecciones municipales.
El joven candidato logró unir en torno a su candidatura a todos los partidos progresistas después de que en el primer turno superara en votos al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), confirmando un 'sorpasso' en el campo progresista, de la izquierda nueva sobre la tradicional.
Covas, por su parte, aglutinó el voto de la derecha y del centro con un discurso moderado en el que intentó marcar distancias con la ultraderecha del presidente Jair Bolsonaro.
Su victoria refuerza a su partido, el PSDB (que históricamente dominó el campo conservador en Brasil) y da alas a la posible candidatura presidencial en 2022 de su padrino político, el gobernador del estado de São Paulo, João Doria.
"Soy hijo y fruto de la democracia, respeto la decisión popular, respeto las instituciones, respeto la diversidad que es la ciudad de São Paulo, esa inmensidad de varios pueblos, varios credos, varios colores", afirmó Covas en su discurso tras proclamarse ganador.
En total, de los 13 candidatos a los que el presidente manifestó su apoyo públicamente en estas elecciones tan sólo dos fueron elegidos, y no en ninguna capital importante, sino en las ciudades de Ipatinga (Minas Gerais, sureste) y Parnaíba (Piauí, noreste).
La derecha moderada es una de las triunfadoras de estas elecciones; el partido Demócratas, por ejemplo, conquistó 198 alcaldías, entre ellas cuatro capitales muy importantes: Río de Janeiro (sureste), Florianópolis (sur), Curitiba (sur) y Salvador de Bahía (noreste).
El Partido de los Trabajadores (PT), la principal formación de la izquierda brasileña, no logró conquistar la alcaldía de ninguna capital del país en las elecciones municipales, algo que nunca había ocurrido.
De las 15 ciudades en las que disputaba el segundo turno, el partido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) fue derrotado en 11; tan sólo ganó en cuatro ciudades: Juiz de Fora (Minas Gerais), Contagem (Minas Gerais), Diadema (São Paulo) y Mauá (São Paulo), según los resultados divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE), responsable del recuento.
Una de las derrotas más graves se dio en Recife (capital del estado de Pernambuco, noreste), donde Marilia Arraes aparecía como una de las pocas esperanzas del partido; finalmente fue superada por João Campos (del Partido Socialista de Brasil),que obtuvo el 56% de los votos.
Además de en Recife, los partidos de izquierda que se presentan como alternativa al PT, como el PSB, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Partido Democrático Laborista (PDT en su sigla en portugués) obtuvieron importantes victorias en Fortaleza (noreste), Aracaju (noreste), Maceió (noreste) y Belém do Pará (norte).
Un caso especialmente destacable es el de Guilherme Boulos (PSOL) en São Paulo, que aunque fue derrotado este domingo cosechó el 40% de los votos, superando ya en el primer turno al candidato del PT y confirmando el "sorpasso" dentro de la izquierda en la principal ciudad del país.
En otra plaza importante, Porto Alegre (sur), la izquierda también estuvo a punto de ganar con una alternativa al PT, Manuela D"Avila, que pertenece al Partido Comunista de Brasil (PCdoB).
