"Queremos acelerar las gestiones para la línea directa entre las carteras de defensa", indicó Kishi en una rueda de prensa transmitida por el canal televisivo NHK.
Esta semana, los ministros de Exteriores de Japón y de China, Wang Yi y Toshimitsu Motegi, respectivamente, durante una reunión en Tokio apostaron por el pronto establecimiento de un 'teléfono rojo' entre los despachos de los responsables de los Ministerio de Defensa de los dos países para evitar choques armados accidentales en el mar o el aire.
La islas Senkaku
El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi, calificó de absolutamente inadmisibles las palabras de su par chino, Wang Yi, sobre la pertenencia de las islas Senkaku (Diaoyutai) a China, pronunciadas durante una rueda de prensa conjunta de ellos de esta semana.
"Las islas Senkaku [Diaoyutai] son nuestro territorio inalienable tanto desde el punto de vista histórico como según el derecho internacional", declaró Motegi citado por la agencia Kyodo.
Con ese comentario el canciller respondió a las críticas de que él no reaccionó de ningún modo durante la rueda de prensa a tales palabras de Wang Yi.
Kyodo aclaró que según el protocolo de aquella actividad cada uno de los cancilleres pudo usar de la palabra solo una vez, y a Motegi le tocó ser el primero.
El principal problema que frena el desarrollo de las relaciones entre la RPCh y Japón es el contencioso de las islas Senkaku (Diaoyutai) situadas en el mar de China Oriental.
Japón afirma que son su territorio desde 1895, pero Pekín recuerda que en los mapas japoneses de 1783 y 1785 las islas Diaoyutai están marcadas como territorio chino.
Tras la II Guerra Mundial las islas estuvieron bajo control de EEUU que las traspasó a Japón en 1972.
Taiwán y China continental sostienen que Japón las retiene ilegítimamente.
El contencioso territorial se agravó después de que el Gobierno nipón adquiriera en 2012 tres de las cinco islas Senkaku (Diaoyutai) a un propietario japonés, subrayando con eso que son propiedad del Estado.