El medio indica que el tribunal declaró culpables a los pilotos y otro personal militar de la base aérea de Akinci en la provincia de Ankara y los condenó a 79 sentencias de cadena perpetua.
Según el periódico Hürriyet Daily News, en total 27 militares y civiles recibieron cadena perpetua por participar en la intentona golpista.
La noche del 15 al 16 de julio de 2016, varias unidades del Ejército turco intentaron derrocar al presidente Recep Tayyip Erdogan, pero los ataques fueron sofocados y el golpe de Estado resultó frustrado.
Tras la intentona, las autoridades del país iniciaron una purga masiva, fueron detenidos o suspendidos decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.
El propio Gulen, autoexiliado en Estados Unidos, rechaza todas las acusaciones.