La cirrosis hepática es una conocida enfermedad del hígado que a menudo se asocia con el consumo de alcohol. Si bien las bebidas alcohólicas pueden ser una de las causas de esta condición médica en la que este órgano deja de funcionar correctamente, no es la única.
"Los bollos dulces, las pastas, las hamburguesas, las salchichas y cosas del tipo... todo eso conduce a la infiltración de grasa en el hígado y conduce a la esteatosis hepática no alcohólica", explicó Alexandr Miasnikov, conocido cardiólogo ruso, en una entrevista con el canal de televisión Rossiya 1.
Azúcar añadido
Para garantizar una buena salud hepática, se recomienda evitar el consumo de alimentos azucarados como dulces, galletas, gaseosas e, incluso, los jugos de frutas. Un nivel alto de azúcar en la sangre puede aumentar la cantidad de grasa acumulada en el hígado.
Alimentos fritos
Los alimentos altos en grasas son bastante perjudiciales para el hígado. Este órgano es responsable de descomponer las grasas y convertirlas en energía, por lo que demasiada comida grasosa, como los alimentos fritos, podría sobrecargarlo.
Sal en exceso
Los efectos de la sal en la presión arterial son bastante conocidos, pero este condimento también puede tener efectos negativos en la salud del hígado, si se consume en exceso.
La carne roja, en particular los fiambres, suele tener un alto contenido de grasas saturadas. Por esta razón es mejor consumirla con moderación y dar preferencia a la carne blanca, siempre que sea posible.
Recomendaciones adicionales
Además de mantener una dieta equilibrada, la práctica constante de ejercicios es otra estrategia para garantizar una buena salud del hígado. En algunos casos, sin embargo, es necesario el uso de medicamentos para tratar este órgano, por lo que es siempre recomendable buscar la ayuda de un profesional del área, si crees que padeces problemas hepáticos.