"Exhortamos a los bandos del conflicto a evitar el agravamiento de la situación humanitaria y adoptar medidas para garantizar la seguridad de la población civil, confiamos en que la desescalada de la confrontación interna en Etiopía se logre lo más pronto posible", dijo a la prensa.
La diplomática indicó que lo más preocupante son las informaciones sobre víctimas entre la población civil y advirtió que la escalada del conflicto amenaza la seguridad nacional de Etiopía y de toda la región.
"Partimos de que el Gobierno federal y los dirigentes de la región de Tigray deben mostrar su voluntad política y retomar el diálogo para encontrar una solución de compromiso a las discrepancias en aras de la unidad y la integridad territorial de Etiopía", destacó la portavoz de la Cancillería rusa.
Los choques subsiguientes generaron temor en la comunidad internacional sobre una posible nueva guerra civil en Etiopía y la propagación del conflicto a los países vecinos.
En septiembre, los representantes del FLPT, que se opone al Gobierno actual de Etiopía, pidieron a la Comisión Electoral la celebración de las elecciones locales que fueron aplazadas por la pandemia del coronavirus.
Tras la negativa de la comisión, el FLPT organizó sus propias elecciones que fueron calificadas de ilegales por las autoridades federales.