El mandatario conservador anunció, este 19 de noviembre, una nueva inversión de 16.500 millones de libras (unos 18.500 millones de euros o 22.000 millones de dólares) en Defensa para 2024. Esta inyección de capital es adicional a la promesa electoral de elevar en un 0,5% el presupuesto anual, que en el ejercicio actual se eleva a 41.500 millones de libras.
Segundo en la OTAN
La suma final representa un incremento en torno al 10% del gasto anual del Ministerio de Defensa. "Equivale al 2,2% del Producto Interior Bruto (PIB)", según afirmó Johnson en una declaración parlamentaria que emitió virtualmente desde su residencia de Downing Street.
El plan de inversión británico es, en cierta forma, el preámbulo de la Revisión integrada en política Exterior, Defensa, Seguridad y Desarrollo, encargada por el primer ministro el año pasado. Este primer informe multiministerial debería reflejar la visión global del Gobierno de Johnson para el pos-Brexit, pero su publicación se ha retrasado repetidamente debido a la pandemia del COVID-19, entre otros factores.
En la intervención electrónica ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro confirmó que su prometida guía de aspiraciones y objetivos mundiales no verá la luz antes de la marcha definitiva de la Unión Europea, la noche del 31 de diciembre.
Ni estrategia ni visión
"A esta declaración le faltan una estrategia clara, una visión coherente del Reino Unido en el mundo y la forma en que se financiarán y se ejecutarán las promesas", rebatió el líder de la oposición, Keir Starmer. Pero, en general, el dirigente laborista se unió a las bancadas conservadoras y celebró el incremento del presupuesto militar para los cuatro próximos años. Es el único Ministerio que ha obtenido una garantía de gasto a largo plazo en medio de la crisis económica provocada por el coronavirus
Entre los puntos concretos, Johnson anunció la creación de un centro de Inteligencia Artificial y un Mando Espacial de la Real Fuerza Aérea —RAC, en sus siglas inglés—, que protegerá los intereses británicos en el espacio y lanzará satélites y cohetes desde Reino Unido.
Además, se reforzarán las operaciones de la recién fundada Fuerza Nacional Cibernética, con recursos humanos y técnicos del Ministerio de Defensa y la central de comunicaciones GCHQ del Servicio Secreto de Inteligencia (conocido como MI6).
Revolucion en el frente
Para Johnson, la modernización de las defensas nacionales es un ejercicio imprescindible para honrar la historia del país y "compartir la carga" de proteger la "seguridad global" con aliados internacionales.
La creación de empleo —10.000 puestos anuales, según el Gobierno— en las cuatro naciones de la unión británica será el valor añadido de la transformación tecnológica.
"Podremos enfocar la inversión en tecnologías que revolucionarán el conflicto armado, forjando nuestros activos militares en una única red diseñada para vencer al enemigo", prometió.
Carrera militar
Johnson reafirmó su voluntad de colocar al Reino Unido entre los líderes mundiales en defensa y seguridad. "Las naciones están compitiendo para dominar la nueva doctrina de la guerra y nuestra inversión está diseñada para colocar al Reino Unido entre los ganadores", indicó.
Defensa tiene asegurados cuatro años de gasto público. Pero los datos difundidos hasta la fecha no aportan una solución al agujero financiero en su programa de adquisiciones, que la oficina Nacional de Auditoría estima en 13.000 millones de libras. Tampoco desvelan el nivel de la temida reducción de tropas ni los recursos bélicos convencionales que serán eliminadas en aras del progreso.