En una reunión el 29 de octubre los líderes de los países miembros acordaron reforzar la coordinación sobre los métodos de pruebas. Se decidió utilizar pruebas antigénicas rápidas para detectar la infección de manera más rápida con el fin de reducir la propagación de la enfermedad.
"Las pautas contienen datos de cómo elegir pruebas rápidas de antígenos, cuándo son apropiadas y quién debe realizarlas", dice el comunicado.
Las pruebas antigénicas se recomiendan para su uso además de las pruebas de PCR en los casos en que, por ejemplo, es necesario localizar rápidamente el foco de propagación de la enfermedad.
A finales de octubre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la asignación de 100 millones de euros para la compra de estas pruebas rápidas como parte de la lucha contra el coronavirus a nivel europeo.