Más temprano, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, anunció la decisión de destituir al canciller.
"En base de la propuesta del primer ministro de Armenia, despedir del cargo al ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Zograb Mnatsakanián", dice el decreto presidencial.
El Ministerio de Exteriores, por su parte, desmintió esas palabras: "en ninguna etapa del proceso de paz se examinó la cuestión de renunciar a Shusha".
Después de anunciar la destitución de Mnatsakanián, el primer ministro volvió a insistir en que renunciar a Shusha era "una precondición para poner fin a la guerra, y estaba en la agenda".
Además, el presidente de Armenia destituyó al comandante de las fuerzas policiales del país, Gurguén Dalakián, se desprende del decreto presidencial publicado por el servicio de prensa de la presidencia armenia.
Según otro decreto, este cargo será ocupado por Aik Babayán.
El 9 de noviembre pasado el primer ministro de Armenia y los presidentes de Azerbaiyán y Rusia, Ilham Aliyev y Vladímir Putin, emitieron una declaración conjunta sobre el cese de hostilidades en Nagorno Karabaj a partir del 10 de noviembre.
En el marco del acuerdo, Rusia ya procedió al envío de fuerzas de paz —1.960 militares, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos— que se desplegarán en la línea de separación entre las partes beligerantes y a lo largo del llamado corredor de Lachín, que conecta Nagorno Karabaj con Armenia.
Los bandos del conflicto deben permanecer en sus posiciones actuales, intercambiar prisioneros de guerra, otros detenidos y los cuerpos de los caídos.
Según la declaración, las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj se emplazarán por cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos similares, a menos que alguna de las partes firmantes notifique la intención de rescindir dicha cláusula con seis meses de antelación.
Aliyev a su vez calificó la firma de este documento como una capitulación de Armenia y dijo que —concluida la etapa militar— se puede empezar a debatir las cuestiones políticas.