"Sus vientos máximos sostenidos de 245 kilómetros por hora lo convierten en el huracán de más potencia que se ha acercado a Nicaragua, en estos momentos supera en cinco kilómetros por hora al huracán Joan de 1988", dijo el meteorólogo Marcio Baca a una revista matutina del Canal Cuatro de la televisión abierta.
El director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) resaltó la rápida evolución del organismo tropical que durante la segunda mitad de la madrugada alcanzó la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, solo una por debajo de la máxima.
Iota, que comenzó a formarse el 11 de noviembre como una onda tropical en aguas del mar Caribe central, alcanzó la condición de huracán categoría uno en las primeras horas del 15 de noviembre.
"Además del monitoreo [desde el propio día 11] hemos sido reactivando la capacidad movilizativa de respuesta porque Nicaragua ha dado saltos importantes y contamos con un mecanismo [de antelación] basado en el modelo persona-familia-comunidad", explicó Guillermo González, ministro-director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) en el mismo canal.
Entre las principales medidas adoptadas por las autoridades, González mencionó la prohibición desde el día 13 de zarpes de embarcaciones dedicadas a la pesca artesanal en el mar Caribe, y la evacuación de unas 15.000 personas.
Señaló que los principales sitios objeto de evacuación fueron el pequeño archipiélago de los Cayos Miskitos, donde residen pescadores temporales, así como las riberas del río Coco (en la frontera con Honduras), desde el cabo Gracias a Dios hasta la ciudad de Waspán (norte).
"Se trata de un evento [meteorológico] que podría tener efectos catastróficos", advirtió González.
El principal ejecutivo del Sinapred informó que como parte de las tareas para mitigar el impacto del meteoro durante el fin de semana la Cruz Roja Nicaragüense trasladó hacia Waspán avituallamientos y varias plantas potabilizadoras de agua.
