La banda conformada por cinco reclusos captaba a otros presos para perpetrar ataques terroristas.
"Se demostró que los integrantes del grupo captaban a los reos que salían en libertad, así como planeaban una serie de atentados a gran escala", indicó el FSB en un comunicado.
Entre los objetivos se encontraba un edificio de viviendas en Voronezh y ataques a policías y militares.
El 13 de noviembre, una corte sentenció a penas de entre 8,5 y 24 años a los miembros del grupo.