"Desaparecieron varios centenares de personas. Esperamos encontrar vivas a algunas de ellas", dijo Pashinián en una rueda de prensa virtual.
Agregó que el intercambio de prisioneros entre Armenia y Azerbaiyán comenzará una vez finalizado el intercambio de los cuerpos de los fallecidos.
"Entiendo que debo comparecer ante un tribunal de nuestro pueblo, pero en este caso el juez que es el pueblo, debe conocer todas las circunstancias del caso, se debe [entablar] un diálogo con los militares, la oposición y el Gobierno", afirmó.
Pashinián recordó que en mayo de 2018 el proceso negociador llegó a un punto de no retorno durante los debates de una fórmula 'territorio a cambio de nada'.
"Intentamos cambiar esa lógica. Intenté aumentar nuestra resistencia, pero no lo logramos", puntualizó.
A su vez, la Fiscalía General de Azerbaiyán, informó que la escalada del conflicto en Nagorno Karabaj se tradujo en 94 fallecimientos entre la población civil azerí, 414 personas resultaron heridas.
"Murieron 94 civiles, 414 resultaron heridos; 3.410 viviendas quedaron inhabitables, 512 instalaciones civiles y 120 edificios de apartamentos residenciales quedaron inutilizables", comunicó el servicio de prensa.
Mercenarios en Nagorno Karabaj
Desde la escalada de la tensión en Nagorno Karabaj, a finales de septiembre, hubo repetidas denuncias sobre el traslado de mercenarios a la región. Irán también indicó que dispone de esta información.
"Esperamos que los radicales, de los que ha habido denuncias, abandonen la región ahora mismo, mientras yo hablo. Espero, ya que nos dijeron que no estaban, que se marcharon de la región", dijo el portavoz a la prensa.
En cuanto al arreglo de la crisis, señaló que Irán saluda cualquier paso que ayude a alcanzar una solución duradera.
Asimismo afirmó que puede que el acuerdo entre Armenia y Azerbaiyán, con la participación de Rusia, no sea una "respuesta final" a la crisis, pero es una medida muy eficaz.
En el marco del acuerdo, Rusia ya procedió al envío de fuerzas de paz —1.960 militares, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos— que se desplegarán en la línea de separación entre las partes beligerantes y a lo largo del llamado corredor de Lachín, que conecta Nagorno Karabaj con Armenia.
Los bandos del conflicto deben permanecer en sus posiciones actuales, intercambiar prisioneros de guerra, otros detenidos y los cuerpos de los caídos.
Según la declaración, las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj se emplazarán por cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos similares, a menos que alguna de las partes firmantes notifique la intención de rescindir dicha cláusula con seis meses de antelación.