El hombre demanda a la capital austríaca por un fondo fiduciario establecido por sus antepasados, confiscado por los nazis en 1938 y actualmente controlado por la ciudad. La fundación se reconstituyó en 1956, después de que Austria se restableciera como un estado soberano, pero las autoridades de la ciudad se hicieron administradores de ella.
El tribunal ha respaldado a Hoguet y a sus abogados en su reclamación de que la ciudad tiene un conflicto de intereses sobre las finanzas del fondo y ha dictaminado que se nombre a una figura independiente para representar a la organización en procedimientos legales.
"La decisión es una importante victoria en la primera etapa de nuestra batalla legal contra la ciudad de Viena para corregir el curso de las injusticias de la era nazi que se han soportado hasta hoy. Al hacerlo, el tribunal reconoce las irregularidades cometidas por la ciudad de Viena desde la usurpación nazi de ese fondo en 1938", dijo Hoguet, citado por el medio.
Hoguet, quien es un ciudadano estadounidense, se enteró solamente en 2018 de la fundación para la salud mental y las afecciones neurológicas creada por su bisabuelo en Viena más de un siglo antes. Al heredero le gustaría restablecer la caridad como un centro reconocido de investigación y tratamiento, como pretendía su fundador.