"Me solidarizo sinceramente con los padres. Cuando una persona abandona esta vida, es malo, pero es aún peor cuando se trata de una persona joven (...) Hoy por la mañana, debido a que volvieron a acusar a la Policía, llamé al fiscal general, [Andréi] Shved, y le dije que tomara bajo el control más serio este caso penal", dijo a la prensa.
Citado por la agencia Belta, Lukashenko aseguró que el Gobierno no necesitaba la muerte de Bondarenko.
El presidente subrayó que pidió a los servicios del orden investigar el caso para que "no podamos darle ni una razón a nadie para volver a desplegar esa campaña: violencia, violencia, violencia".
"¿Las autoridades lo necesitaban? No, no lo necesitamos. Ya estamos hartos de todo ello. Acabo de decir: lo que necesitamos es terminar la recolección de la cosecha, proporcionar alimentos al pueblo, salvaguardar la economía", agregó.
Inicialmente fue el Comité de Investigación el que empezó a investigar los detalles de la muerte de Bondarenko. Sin embargo, este 13 de noviembre la Fiscalía General anunció que se encargará de la investigación del caso.
De acuerdo con el medio, esas personas llegaron al patio de la vivienda de Bondarenko —conocido como la 'Plaza de los Cambios' para retirar las cintas blancas y rojas colgadas allí como un símbolo de la oposición.
Bondarenko fue uno de los habitantes locales que decidió salir de la casa para hablar con los enmascarados. Después de una polémica, los enmascarados comenzaron a golpearle, y luego lo detuvieron y se lo llevaron en un minibús. Más tarde fue trasladado a un hospital. El 12 de noviembre se informó que Bondarenko falleció.
Los días 12 y 13 de noviembre se celebraron en Bielorrusia una serie de manifestaciones en memoria de Bondarenko. Los manifestantes acusan a las fuerzas del orden de estar detrás de la muerte del activista.
La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) expresó su preocupación por las informaciones sobre la muerte de Bondarenko.
¿Implicación de fuerzas externas?
Además, Lukashenko declaró que las protestas en Bielorrusia se explican por la intención de las fuerzas externas de "eliminar a un rival".
En su opinión, la fuerza motriz de las protestas en Bielorrusia es un factor externo que tiene por objetivo "eliminar al rival, destruyendo nuestra capacidad industrial" y "menoscabar nuestros avances", dijo Lukashenko, citado por la agencia estatal Belta.
Lukashenko recordó que "en un cuarto de siglo, Bielorrusia construyó un modelo eficaz de organización social estatal que le permite defender sus intereses nacionales", participar en la exploración espacial, "crear una nueva economía, basándose en tecnología avanzada".
Destacó que las protestas que vive el país conducen al debilitamiento de la economía, del sistema de protección social y al empobrecimiento de la población.
Añadió que lo mismo pasa en otros países postsoviéticos como Ucrania, Kirguistán, Moldavia, y expresó la seguridad de que las mismas técnicas se aplicarán más tarde en Rusia y los demás países de la Comunidad de Estados Independientes.
Castigo de los estudiantes
Un total de 300 estudiantes bielorrusos fueron expulsados de las universidades, declaró Lukashenko.
Lukashenko reveló que hay gran cantidad de cartas de los padres de los estudiantes expulsados, quienes muchas veces son personas reconocidas, y todos piden que sus hijos puedan volver a las aulas.
Según el mandatario, los padres de esos estudiantes le entregaron su voto en los comicios presidenciales, y no comprenden cómo es que sus hijos comparten otro enfoque político.
Los medios locales comunicaron que muchos estudiantes bielorrusos que participaban activamente en las protestas fueron expulsados de las universidades, junto con algunos profesores que se vieron obligados a abandonar sus cátedras.
Transición del poder
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó que en el país no habrá transición del poder.
"¡Ninguna transición del poder! Ningunos sucesores; será tal como elija el pueblo; lo juré, prometí que sería como lo decidiera el pueblo bielorruso", afirmó Lukashenko en el canal de Telegram Pull Pervogo, asociado al servicio de prensa presidencial.
Lukashenko afirmó con anterioridad que garantiza la celebración de las elecciones en el país, siempre y cuando el pueblo tome una decisión sobre ello.
Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya, con el 10,12% de los apoyos. Los otros tres candidatos reunieron juntos poco más del 4%.
La oposición exige la repetición de los comicios argumentando numerosas irregularidades. El propio Lukashenko ha descartado nuevas elecciones en términos contundentes y advirtió que las acciones de algunos manifestantes equivalen al terrorismo.
Los organismos judiciales de Bielorrusia, a su vez, confirmaron la radicalización de las protestas.