El director de comunicación del mandatario conservador, Lee Cain, también renunció a su cargo en un sonado golpe de mando en Downing Street.
"Es la oportunidad para que el primer ministro reajuste los aspectos menos exitosos de su gobierno", comentó Bronwen Maddox, directora del Institute for Government.
Las renuncias de ambos asesores ponen en evidencia la derrota de la facción radical euroescéptica en la disputa que se desató entre los ayudantes de Johnson para ganar la máxima influencia en la dirección política del jefe del Gobierno británico.
Los medios coinciden en que la pareja del primer ministro, Carrie Symonds, que fue directora de comunicación en el Partido Conservadora y asesora política, tomó parte en la disputa en contra de los ahora dimitidos.
Cain trabajó con Cummings en la campaña por la retirada de la UE del referéndum de 2016 y la colaboración se reanudó tres años después, cuando Johnson ganó el liderazgo conservador.
La rotunda victoria en las legislativas del 2019, con el foco de la campaña centrado en el eslogan "Ejecutemos el Brexit", reafirmó la reputación de Cummings como gran estratega electoral.
"Pero al gobierno le desgastó mucho su hostilidad contra individuos e instituciones y su violación de las normas del confinamiento cuando viajó con su familia a Barnard Castle (norte de Inglaterra) en una visita que fue satirizada en el mundo entero", añade Maddox.
Ni Cummings ni Cain son miembros del Partido Conservador y los dos se han ganado enemigos con una gestión autoritaria y centralizadora de las funciones del Gobierno, además de críticas por los continuos bandazos del primer ministro en la lucha contra la epidemia.
Downing Street aseguró que la salida de la facción más partidaria del Brexit duro no dará alas a Johnson para llegar a un acuerdo con la UE que comprometa la soberanía británica.
La negociación está en su fase final y, salvo imprevistos de última hora, el Reino Unido concluirá la fase de transición del Brexit, el 31 de diciembre.