Este concepto matemático permite calcular este indicador diariamente y, en base a su observación, se reafirma la existencia de una meseta durante meses en la capital mexicana, en la que la epidemia ni sube ni baja.
A diferencia de lo que ha ocurrido en las principales ciudades europeas esta mantención de la epidemia no se ha dado en un contexto de encierro, sino de paulatina apertura de las actividades sociales. Aunque las cifras de hospitalización continúen indicando la existencia de 250 personas ingresadas diariamente, la situación en la capital mexicana no refleja su mismo crecimiento vertiginoso.
Las diferencias
Cruz Pacheco explicó que Europa vivió un primer brote que decayó luego a niveles muy bajos. Se vio así un segundo brote de contagios, que provocó hasta el momento un registro mayor de casos que al inicio de la epidemia en el primer trimestre del año. En cambio, en la Ciudad de México no se ha observado eso.
Sin embargo, dijo que no existe en la epidemiología unanimidad de criterios para considerar cuando se da un rebrote. En particular, según lo que han discutido en el Grupo de Epidemiología de la UNAM con quienes trabaja, "no hay definiciones estandarizadas, pero para hablar de rebrote el R0 debería mantenerse por arriba de 1 por diez días", explicó. Algo que en México no ha pasado.
Según las mediciones diarias que compartió con Sputnik, aunque la cifra fluctúe diariamente para la capital mexicana, esta se ha mantenido en torno al 1 durante los últimos cinco meses.
Es por este elemento que, matemáticamente, no se ha visto en México hasta ahora un "segundo brote" como las ciudades europeas. Según la última actualización realizada en la primera semana de noviembre por los investigadores del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional, "no se ve un rebrote a nivel de la zona urbana de la Ciudad de México ni a nivel nacional", confirmó Cruz.
La inmunidad de rebaño
Hay otro concepto importante para comprender la dinámica de la enfermedad además el número R referido más arriba, que refiere a la cantidad de personas susceptibles de ser contagiadas, que refleja otra diferencia de la situación epidémica entre Europa y México.
"Ambos conceptos están muy relacionados, porque la proporción de la población que debe inmunizarse —ya sea con una vacuna o porque se infectó y recuperó— depende del R0, el ritmo de contagios. Entre más grande sea el R0, mayor es la población que necesita ser inmunizada para alcanzar la inmunidad de rebaño", explicó el matemático.
Mientras en Europa la cantidad de personas susceptibles bajó porque la población fue retirada del ámbito social por la adopción de medidas de distanciamiento compulsorio, en México, estas restricciones masivas se levantaron desde el inicio del mes de junio, sin que ello significase un aumento vertiginoso de los contagios.
Hasta ahora y desde octubre, el epicentro activo de la pandemia ha regresado mundialmente al viejo Continente, que vive en su rebrote un registro de actividad viral de casos seis veces mayor que su primera onda de contagios.