Las restricciones que afectan también a gimnasios, locales de ocio y establecimientos culturales como teatros y cines seguirán activas por lo menos hasta el 23 de noviembre, según anunció en rueda de prensa la consejera de Salud de la región, Alba Vergès.
"Seguimos pidiendo un esfuerzo a toda la ciudadanía ante una situación muy compleja que nos pide actuaciones duras, que no gustan a nadie y tampoco al Gobierno de Cataluña", afirmó la responsable catalana de la gestión de la pandemia.
El Gobierno catalán adoptó esta resolución tras constatar que, pese al descenso de contagios registrado en los últimos días, todavía hay muchos pacientes de COVID-19 ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Con la prolongación de las medidas, las autoridades sanitarias quieren evitar un repunte de contagios que provoque un eventual colapso de los hospitales.
"La tendencia es buena y estamos en un camino de bajada y de haber doblegado la curva, pero desgraciadamente esto no es suficiente. Las cifras asistenciales siguen siendo muy elevadas y estamos en el pico del impacto de la epidemia en esta segunda ola", precisó la consejera Vergès.
Según los últimos datos del Departamento de Salud catalán, actualmente hay más de 2.600 personas hospitalizadas por COVID-19 en la región, con 583 pacientes graves en las UCI.
El Gobierno de Cataluña prevé levantar parte de las restricciones una vez caduque el período de prórroga, siempre que la situación epidemiológica mejore en los próximos días.
En paralelo a estas medidas siguen activas importantes restricciones de movilidad que incluyen un toque de queda nocturno entre las 22:00 y las 6:00 horas, el cierre perimetral de Cataluña y el cierre de todos los municipios de la región cada fin de semana, de viernes a lunes.