"Muerte, invalidez, anomalía; esta es la vacuna con la que Doria [el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria] quería vacunar a todos los paulistanos, obligándolos; el presidente dijo que la vacuna jamás podría ser obligatoria; otra que Jair Bolsonaro gana", escribió en una red social.
Bolsonaro respondía así a un usuario que preguntaba si el Gobierno de Brasil compraría la vacuna Coronavac si el órgano regulador estatal, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) certificase la seguridad del producto.
La vacuna está siendo testada en 13.000 voluntarios brasileños, todos ellos profesionales de la salud de siete estados diferentes.
De momento, el Gobierno de Sao Paulo llegó a un acuerdo para comprar 46 millones de dosis, y las primeras 120.000 llegarán a Sao Paulo procedentes de China a finales de este mes.
Los test están siendo coordinados por el Instituto Butantan (dependiente del gobierno de Sao Paulo), cuyo director, Dimas Covas, aseguró que uno de los voluntarios, de 33 años, murió, pero que la muerte no fue provocada por la vacuna.
Bolsonaro y el gobernador de Sao Paulo mantienen serias divergencias desde principios de año por las medidas que deben llevarse a cabo para frenar la pandemia del coronavirus, y en las últimas semanas la lucha política ha ido a más a raíz de la Coronavac.
El presidente ha estado lanzando continuas sospechas sobre la seguridad y eficacia de la vacuna y llegó a decir que el Gobierno brasileño jamás compraría vacunas chinas, aunque más recientemente dijo que se comprometería con las que la Anvisa considere seguras.