El doctor dijo que algunos antibióticos antiguos que se utilizan hoy en día pueden provocar trastornos de oído hasta una pérdida auditiva indefinida.
"Es un medicamento del grupo de aminoglucósidos, gentamicina, y algunos más. Son ototóxicos [perjudiciales para los oídos], como un tiro en la oreja", dijo el médico que es además presentador en la televisión, respondiendo a la pregunta de la audiencia sobre los peligros de los antibióticos en el canal Rossiya.
Cómo explicó, estas sustancias impactan como si estuvieran cortando receptores auditivos, lo que conlleva la sordera. En el grupo de antibióticos ototóxicos también se encuentran estreptomicina, neomicina, netilmicina vancomicina y teicoplanina.
Miasnikov añadió que los diuréticos como la furosemida también pueden causar la sordera permanente porque afectan al nervio auditivo. Al igual que los medicamentos antifúngicos.