De seguir la dinámica política de los últimos 13 años, la candidatura del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) debe volver a apostar por su caballo de batalla, el presidente Daniel Ortega, líder histórico y secretario general de la fuerza rojinegra.
Transcurridos dos años y medio de lo que el Gobierno calificó de intento fallido de golpe de Estado, en medio del cual la oposición llegó a demandar un adelanto electoral, el Ejecutivo logró reconducir la situación y en algún momento de los próximos meses o semanas la cita con las urnas comenzará a ser el foco de atención de los nicaragüenses.
De cara a los comicios que definirán la primera magistratura del país centroamericano para el quinquenio 2022-2027, están pendientes aún las reformas electorales que el Gobierno tenía adelantadas con la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el momento que estalló la crisis de 2018.
En aquella coyuntura, sectores radicales de la oposición pidieron el adelanto de las elecciones, y otros llegaron a exigir la renuncia del presidente constitucional, elegido con casi tres cuartas partes de los votos en noviembre de 2016.
En su discurso por los 40 años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 2019, ante casi un millón de seguidores, Ortega descartó cualquier posibilidad de adelantar el cronograma electoral previsto en las normas jurídicas de Nicaragua.
"Yo les he dicho a esos que se ponen a andar repitiendo que hay que hacer ya las elecciones... ¿Y qué quieren? Que los barramos y después salgan diciendo que les robamos. ¡Sí, porque eso saldrían diciendo! Pero además, no está con la Constitución ni está con la Ley, la Ley es clara, la Constitución es clara, ¡manda elecciones en el mes de noviembre del 2021!".
El 9 de enero pasado, en el estreno de la actual legislatura de la Asamblea Nacional (parlamento), su presidente, Gustavo Porras, anunció la reforma a la Ley Electoral para "fortalecer el voto popular, el sistema de partidos políticos, la organización electoral y el sistema técnico electoral".
Una resolución del Consejo Supremo Electoral (CSE) publicada el 14 de julio pasado en La Gaceta Diario Oficial fijó la fecha de las elecciones generales y a la vez concedió una prórroga para la inscripción de nuevos partidos políticos el 7 de junio de 2021.
Encuestas Nicaragua rumbo al 2021
En lo que pudiera considerarse como parte del clima preelectoral, dos encuestas de la firma M&R Consultores ya pesquisaron la intención de voto de los nicaragüenses cuando llegue el momento de ejercer ese derecho.
Los apoyos a la oposición política fueron de 3,7% y 10,2 en la primera ocasión y en la segunda ambos indicadores reflejaron 8,4 y 8,5.
De quienes en primera instancia no se inclinan por ninguna de las dos opciones, el llamado voto independiente (45,1%), el 11,4 admitió que finalmente pudiera decantar por marcar en la histórica casilla 2, la del sandinismo.
"Si hoy fuesen las elecciones, el FSLN podría obtener entre un 50.7% y un 69.0% de intención de voto en el supuesto que la totalidad de la población apta para votar acudiera a ejercer su derecho al voto. Por el contrario, la intención de voto que podrían obtener las actuales agrupaciones que conforman la oposición podría oscilar entre 7.9% y 31.0%", afirmó M&R Consultores al presentar su última investigación estadística, el 27 de octubre.
La Ley Electoral establece que un candidato puede declararse ganador por mayoría absoluta o relativa, en este último caso de hasta 35 puntos porcentuales si la ventaja sobre el segundo competidor fuera de cinco.
Escenario altamente creíble
Para Adolfo Pastrán, analista político y director de un boletín electrónico de noticias desde 2002, el escenario político dibujado por la encuesta de M&R Consultores a fines de octubre resulta verosímil.
"Es altamente creíble este escenario, muy parecido al de 2016, el Frente tiene siempre la gran ventaja de ser un partido organizado en todos los territorios del país y un partido que trabaja todos los días".
Al propio tiempo opina que las organizaciones de la oposición, lejos de alcanzar la unidad como plataforma electoral, se están atomizando, y podría concurrir a las urnas en tres o cuatro formaciones.
El Partido Liberal Cosntitucuialista, segunda fuerza más votada en los comicios generales de 2016, está en medio de un pleito legal por la presidencia de la agrupación, sobre el cual deberá decidir el Consejo Supremo Electoral.
¿Podría aún la oposición nicaragüense reeditar la fórmula de Unión Nacional Opositora, que en febrero de 1990 le ganó las elecciones al Frente Sandinista?, interrogó Sputnik.
"Ahorita lo veo difícil porque acaba de fracasar la embajada estadounidense con esta Coalición que no pudieron unirla, ellos eran los que estaban detrás presionando para que nadie se saliera. Acaban de fracasar. Les va a costar mucho. Tendría que ocurrir un milagro para que todos vuelvan a juntarse alrededor de un candidato, teniendo tanta animosidad y antagonismo entre ellos", aventuró Pastrán.
Obra social y pandemia
Por su parte, Cairo Amador, miembro de la autónoma Comisión de la Verdad, Justicia y Paz (CVJP) y a su vez analista político, resaltó el hecho de que el 86% de los nicaragüenses, de todas las tendencias políticas, apuestan por un proceso electoral en 2021.
"Existen ciertas minorías dentro de la oposición que a estas alturas están a favor de soluciones radicales. O no ir a las elecciones, la destitución del actual gobierno para concurrir a los comicios o simplemente ir y luego (si pierden) no reconocerlas, siguiendo el patrón de Bolivia en 2019", comentó a Sputnik el abogado nicaragüense.
En 2021 el FSLN puede mostrar como propaganda electoral la obra social de 14 años de gobierno, de la cual el comisionado de la CVJP si tuviera que quedarse con un solo botón de muestra tomaría la carretera que por primera vez en la historia comunicó al Pacífico con el Caribe de Nicaragua.
Para el jurista Jaime López Lowery, vicerrector general de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), en la próxima contienda electoral habrá que tener en cuenta la falta de un proyecto de nación en la parte opositora y así no se puede gobernar un país.
"El Frente Sandinista sí tiene propuestas, grandes propuestas, y los estamos viendo, increíblemente en situaciones donde no debería haber inversiones en Nicaragua por todas las razones que antecedieron al presente, y las inversiones se mantienen", argumentó el también coordinador técnico de la CVJP.
López Lowery resaltó que, aunque poco divulgado, Nicaragua clasifica entre los mejores países de América Latina por sus resultados en el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19. Y eso también puede ser una baza electoral.
Con los acontecimientos de abril-julio de 2018 en pleno desarrollo, estudios de la CVJP alertaron que el 35 % de los militantes del FSLN se mostraban confundidos ante una inédita coyuntura histórica.
"Hoy en día la unidad del sandinismo es mayor que nunca y se han constituido Unidades de Victoria Electoral lideradas por los mejores hijos de la patria y el sandinismo, que aglutinan al (llamado) sandinismo histórico, innovadores, emprendedores, gente con éxito en muchas ramas productivas, la ciencia, la educación, (…)", comentó.
Cairo Amador analizó que las elecciones nicaragüenses de 2021 estarán inscriptas en un marco de reversión de la corriente derechista que llegó a predominar en los gobiernos del subcontinente.