"Una vez cuantificados con seriedad todos los daños ir viendo cómo hacemos una gestión internacional ante organismos y gobiernos amigos para respaldarnos (…) garantizar que las familias puedan recuperar la normalidad en sus vidas", dijo Murillo en su habitual alocución a los nicaragüenses.
La vicemandataria adelantó la necesidad de confeccionar un plan de reparación, para la cual el ministro de Hacienda, Iván Acosta, se reuniría con jefes de instituciones estatales.
Murillo agradeció tanto el apoyo recibido en la atención a la emergencia, como los comestibles asignados por el Programa Mundial de Alimentos, así como llamadas de gobiernos y embajadas acreditadas en el país.
La vicepresidenta recomendó recorrer todas las infraestructuras, hacer un levantamiento de los daños y especificar un plan de acción.
Nicaragua sufrió el 3 de noviembre los embates del huracán Eta, que impactó la costa del extremo noreste del país con vientos de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson de cinco.
En las primeras horas de la noche del 4 de noviembre, el fenómeno tropical abandonó suelo nicaragüense y penetró en la parte central de Honduras, degradado a depresión tropical, con vientos máximos de 73 kilómetros por hora.
