"La República Popular China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, la mayor fuente de desechos marinos, los peores perpetradores de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y el mayor consumidor mundial de vida silvestre y productos madereros traficados", dijo el Departamento de Estado en un comunicado publicado en su página web.
Una vez fuera del acuerdo, el país puede continuar levantando normas que estuvieron vigentes por décadas para proteger el ambiente, como ha hecho desde que Donald Trump asumió el Gobierno en enero de 2017, con medidas como eliminar los límites de la industria del carbón, una de las promesas de su campaña para llegar a la Casa Blanca.
"La continua destrucción del medioambiente por parte del Partido Comunista chino amenaza la economía y la salud mundial, pero tiene el peor impacto en su propia gente; el mundo se merece algo mejor", dijo en su cuenta de Twitter el secretario de Estado (canciller), Mike Pompeo.
The Chinese Communist Party's continued destruction of the environment threatens the global economy and global health, but has the worst impact on its own people. The world deserves better. https://t.co/pQjSSHMGr3
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) November 4, 2020
En el informe, el Departamento de Estado señala que si bien el pueblo chino ha sufrido los peores impactos ambientales de sus acciones, Pekín también amenaza la economía y la salud mundial al explotar de manera insostenible los recursos naturales.
"China vierte millones y millones de toneladas de plástico y basura en los océanos, sobrepesca las aguas de otros países, destruye vastas franjas de arrecifes de coral y emite más mercurio tóxico a la atmósfera que cualquier otro país del mundo", afirmó el presidente Donald Trump en el informe.
El documento expresa que la emisiones totales relacionadas con la energía de China son el doble que las de Estados Unidos y casi un tercio de todas las emisiones a nivel mundial.
Agrega que las emisiones relacionadas con la energía de Pekín aumentaron más del 80% entre 2005 y 2019, mientras que las emisiones relacionadas con la energía en Estados Unidos han disminuido en más del 15%.
Acuerdo de París
En otro comunicado, publicado este 3 de noviembre, Pompeo afirmó que Estados Unidos se retira del Acuerdo de París "debido a la carga económica injusta impuesta a los trabajadores, empresas y contribuyentes".
Consideró que su país utiliza todas las fuentes de energía y tecnología de manera "limpia y eficiente" y aseguró que en las discusiones internacionales, Washington continuará ofreciendo un modelo "realista y pragmático", que muestre que "la innovación y los mercados abiertos conducen a una mayor prosperidad".