Tras el escrutinio del 100% de las papeletas, Sandu lidera con el 36,12% de los votos, seguida del actual presidente moldavo, Igor Dodon, con el 32,61% de los apoyos.
Por su parte, el líder de Nuestro Partido, Renato Usatii, reunió el 16,9% de los votos y los otros cinco candidatos, menos del 10%.
Las elecciones presidenciales moldavas se celebraron el 1 de noviembre.
Según la información oficial de la Comisión Electoral Central, la afluencia fue del 42,76%, mientras que el mínimo necesario era el 33,33%.
El presidente de la Comisión Electoral Central, Dorin Cimil, comunicó este 27 de octubre, en una rueda de prensa, que en total "en los comicios participaron 1.364.597 electores".
El jefe de la misión de observadores de la Comunidad de Estados Independientes, Víctor Guminski, certificó que las elecciones presidenciales moldavas "se celebraron en conformidad con la legislación electoral vigente en el país y fueron libres, transparentes y competitivas".
Afirmó que los observadores no detectaron infracciones graves que influyesen sobre los resultados pero indicó que en algunas localidades se registraron intentos de bloquear el acceso a los colegios electorales, en particular para los electores de Transnistria.
A su vez, cuatro candidatos que perdieron la primera ronda, entre ellos Renato Usatii, Andrei Nastase, Octavian Ticu y Dorin Chirtoaca, declararon que apoyarán en la segunda vuelta a Sandu y expresaron una fuerte oposición a la candidatura de Dodon.
El mandatario actual de Moldavia, Dodon, también felicitó a la ex primera ministra.
"Quiero felicitar a Maia Sandu por pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales", dijo Dodon tras una reunión semanal con el primer ministro Ion Chicu y la presidenta del Parlamento Zinaida Greceanii.
A su vez, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Andréi Rudenko, declaró que Rusia trabajará con el presidente de Moldavia que elija su pueblo, pero de momento es prematuro hacer previsiones sobre los resultados de los comicios.
"Estamos preparados para trabajar con el pueblo de Moldavia y con el presidente del país que elija", dijo, y agregó que, de momento, es prematuro analizar los resultados de los comicios.
"Todo depende de a quién darán sus votos los electores moldavos al fin de cuentas", subrayó.
Las violaciones durante el proceso electoral
Además, Sandu declaró que las violaciones durante el proceso electoral influyeron en los resultados de la primera ronda de los comicios presidenciales.
"Las violaciones afectaron los resultados electorales, por eso es importante que protejamos cada voto de los que están en el poder y abusan de su posición", dijo Sandu en rueda de prensa.
La candidata señaló que durante la primera ronda de las elecciones su equipo envió más de 300 denuncias de violaciones a la Policía y a la fiscalía anticorrupción.
"Esperamos que el 15 de noviembre no tengamos los mismos problemas que ayer [el 1 de noviembre], porque queremos unas elecciones libres y justas", indicó.
En particular, Sandu pidió a los que están en el poder que dejen de falsificar y chantajear a la gente para obtener más votos.
La candidata afirmó además que en la segunda ronda de los comicios presidenciales participarán más personas que en la primera.
"Hemos demostrado que el país puede unirse contra la corrupción. En la segunda ronda, aún más gente debería acudir a las urnas, necesitamos proteger cada voto", dijo al agradecer a cada uno el apoyo de su candidatura en las elecciones.
Asimismo Sandu se mostró segura de que es necesario iniciar el proceso de limpieza política en el país.
Sin embargo, según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Moldavia se organizó de un modo muy profesional.
"La primera vuelta se organizó de un modo profesional, a pesar de los desafíos de la pandemia de COVID-19 y las brechas en la legislación, que redujeron la efectividad del control de los recursos financieros de la campaña electoral y la solución de las disputas electorales", dijo Corien Jonker, jefa de la misión de observadores de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE.
Jonker destacó además que los comicios fueron competitivos, y "los votantes tuvieron la oportunidad de elegir entre diferentes alternativas políticas".
